Page 11 - Llegada de los Hnos a Jinotega, Nicaragua FINAL
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El Dr. Stadthagen nos dio la más cordial        Jinotega nos agradó por sus noches frescas y
                   hospitalidad en su casa. Ese día por la         su temperatura primaveral. Situada al fondo
                   tarde unos 50 notables y autoridades            de una hondonada, circundada de verdes
                   vinieron juntos a saludarnos y desearnos la     colinas cuyo punto culminante es la “Peña
                   bienvenida. Todos se felicitaron mutuamente     de la Cruz”, que se levanta frente a la iglesia
                   y nos manifestaron su agradecimiento por        parroquial.
                   venir de tan lejos  para educar a sus hijos.


                   Al día siguiente, acompañados del Doctor
                   y  el Señor Cura, Padre Guilebaldo Aráuz
                   Gadea, visitamos las diversas casas que
                   tenían previstas ser utilizadas como futuras
                   instalaciones. La Casa de Pedro Gadea,
                   asignada a la escuela de muchachos, apenas
                   nos convenía por ser insuficiente para la
                   escuela y la comunidad, además era húmeda       Dos riachuelos de aguas cristalinas, el “Viejo”
                   y estaba en mal estado. La Casa Martínez,       y el “Ducualí” rodean la ciudad y a la salida
                   destinada a la escuela de niñas, nos pareció    se juntan para formar el río Jinotega, afluente
                   una verdadera ruina; y por fin la Casa Padilla,   del “Río Grande de Matagalpa”.
                   con solo verla nos cautivó. Era grande,
                   simétrica, con dobles corredores internos,      Quedamos satisfechos de nuestra visita de
                   características apropiadas para escuela. Pero   inspección y de la benevolente acogida de la
                   el inmueble estaba gravado con una fuerte       población.  Decidimos  regresar  a  Managua
                   hipoteca y los dueños estaban tan enredados     para entrar en conversaciones con el
                   con los acreedores, que no podían disponer      Gobierno.
                   libremente de la casa para cederla como
                   escuela con contrato o en venta; en ese         Era el domingo 25 de abril, el mismo día
                   momento era imposible. Antes de retirarnos,     que el Presidente de la República terminaba
                   tuve la precaución de deslizar una medalla de   su visita en el septentrión, debía dejar
                   San Benito en el zacate del patio, pidiéndole   Matagalpa y regresar a la capital.
                   que resolviera las dificultades.
                                                                   Calculamos  que  si  salíamos  de  Jinotega  a
                   En la tarde, el Jefe Político Don Horacio       las  6 de  la  mañana, llegaríamos  al  mismo
                   Bermúdez, nos condujo en automóvil a la         tiempo que la caravana presidencial a la
                   entrada del llano de “Santa Cruz”. Desde lo     “Tejera”, punto de encuentro de las dos rutas.
                   alto de la bella colina “El Jato” divisamos     Pero no habíamos tomado en cuenta lo que
                   una llanura inmensa de más de 25 leguas         pasaría en la “Cuesta de las Trancas”, durante
                   cuadradas, admirablemente apta para el          una hora tuvimos que avanzar metro a metro
                   ganado  y  el  cultivo  del  trigo;  atravesamos   empujando el vehículo cuyo motor dejó
                   varios campos durante el camino hasta llegar    de funcionar por ser una pendiente muy
                   a nuestro destino.                              pronunciada; cuando llegamos a la cima



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