Page 12 - Llegada de los Hnos a Jinotega, Nicaragua FINAL
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escuchamos un disparo de cañón que sonaba en Matagalpa, anunciando la salida del Presidente.
Por suerte, el motor a partir de ese momento, se portó admirablemente y en los alrededores de
“Chagüitillo”, dejando de lado la cortesía, nos juntamos al auto que iba en la parte trasera de
la caravana presidencial. Pasamos acelerados por Sébaco y Ciudad Darío y a la una de la tarde
llegamos al “Campamento”, cuartel general del Sr. Jeffries, el ingeniero americano encargado de
la construcción de la carretera del Norte.
El Presidente y su séquito estaban allí desde el mediodía, y se disponían a ponerse a la mesa;
gentilmente invitados por el jefe de la nación, hicimos honor al menú, bien amenizado por las
alegres ocurrencias del reconocido periodista Gabry Rivas y los soberbios solos de violín del
virtuoso Tomás Urroz, laureado del Conservatorio Real de Bruselas.
Su Excelencia se informó minuciosamente del resultado de nuestra visita a Jinotega y nos
renovó la seguridad de su incondicional apoyo para la nueva fundación.
A las 6 de la tarde, integrando la comitiva del jefe de la nación, formada por 8 automóviles,
ingresamos a Managua movidos por el ajetreo de toda la jornada, pero satisfechos de la rapidez
del viaje que, un año antes, hubiera parecido un mito a cualquiera que conociera los caminos
de Nicaragua.
Una particularidad que quiero hacer notar es que el querido Hno. Visitador hizo todo este
viaje, empujó el vehículo en los pasos difíciles, se mostró constantemente de acuerdo y de buen
humor, a pesar de tener una muñeca quebrada a consecuencia de un accidente sufrido en la
finca “El Cardón”, donde los Hermanos de Managua estuvieron veraneando. Buena lección
para los fundadores de la nueva comunidad, sufrir en silencio los avatares inherentes a todo
comienzo.
Posteriormente, en dos o tres entrevistas con el Dr. Sebastián Núñez - Ministro de Instrucción
Pública, antiguo alumno de los Hermanos del Internado Saint Pierre de Dreux, y una audiencia
con el Presidente de la República, se discutió y aprobó el contrato de la nueva fundación.
En ese contrato los Hermanos se comprometieron a dirigir la Escuela Primaria Superior de
Jinotega, en base a las leyes escolares de la República, respetando y preservando nuestras Reglas
y Constituciones.
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