Page 127 - LIBRO DE RELIGIÓN 1° MEDIO
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Desde la perspectiva cristiana
Sacramentos de servicio a la comunidad
El sacramento del Orden
Por ser bautizada, una persona puede alcanzar los más altos grados de amistad con
el Señor Jesús (santidad). Así, toda mujer o varón pueden ser signos de Dios en el
mundo cuando aman y sirven de diferentes modos a sus hermanos y construyen
el Reino de Dios en su entorno vital.
Sin embargo, algunos bautizados, mujeres o varones solteros, pueden servir a los
demás de un modo específico a través de los sacramentos del Orden y del Matri-
monio, que veremos en los apartados siguientes.
Jesús, en los inicios de su vida pública, eligió a doce apóstoles, convivió con ellos,
los formó y les confió la misión de continuar su obra de salvación en el mundo.
Esta misión confiada por Jesús a los apóstoles sigue presente de modo
especial en la Iglesia, en las personas que reciben el sacramento del Orden:
los obispos, los presbíteros o sacerdotes y los diáconos.
Estos asumen la responsabilidad de representar a Jesús en la comunidad
cristiana predicando, administrando los sacramentos, sirviendo a los fieles
y ayudando a los más necesitados.
En este sacramento hemos de distinguir tres grados:
• Obispo. Es el sucesor de los apóstoles. Su misión es enseñar la fe,
presidir el culto y participar en la dirección y animación de la Iglesia
en comunión con el Papa y el resto de los obispos.
• Presbítero o sacerdote. Es el colaborador del obispo en la
predicación y actualización del Evangelio y la celebración de
los sacramentos; ejerce un servicio pastoral en una comunidad
parroquial por encargo del obispo.
• Diácono. Es el que colabora con los obispos y presbíteros en
su labor pastoral, sobre todo en el anuncio y la celebración
de la fe (predicando el Evangelio, celebrando el sacramento
del Bautismo, asistiendo a la celebración del sacramento del
Matrimonio o atendiendo pastoralmente algunas comunida-
des cristianas locales y ambientales). Existen diáconos perma-
nentes o varones con al menos diez años de matrimonio, que
permanecen siempre como diáconos ordenados, y existen
otros diáconos transitorios, en camino al presbiterado.
Piensa
Según el último censo, había en la Región Metropolitana
3.129.249 católicos. En tanto, en la Arquidiócesis de
Santiago solo se contaban 357 sacerdotes diocesanos y
507 sacerdotes religiosos, es decir, un sacerdote por cada
3. 620 personas. Ante esta realidad urge reflexionar: ¿Qué
significa ser sacerdote hoy y cómo descubrir el llamado que
Dios hace para seguir este camino? Promover las vocaciones
sacerdotales es una tarea que compromete a todos: laicos y
consagrados, especialmente a las familias.
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