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México!
Mañana a estas horas estarás eufórica, feliz y algo
bronceada, si Dios nos lo permite. Saqué de una bolsa
una gorra de marino y se la puse.
Haber, platícame, como será la balsa.
Tiene 1.20 x 3.20 metros, esta hecha de tronquitos que
cortamos en Monte Largo, luego con un hacha,
serrucho, machete, paciencia y amor se fue
construyendo.
Tiene unas banquitas de tule, una escalera, timón, una
hermosa vela blanca con una gran caguama en el centro
cruzada por dos remos.
¡Que belleza!
Hasta mañana, que tengas hermosos sueños, me besó
como lo hacía siempre.
A las siete de la mañana el camión de redilas con
Ismael al volante estaba listo. Ismael, joven como de
32 años, moreno, alto, buen mecánico y persona de
mucha confianza. En lo que salían Renata y Rina, salió
el Doctor y me pregunto maliciosamente si no había
problema en que Paulita fuera con nosotros. Aclaró
inmediatamente que no había desconfianza, que él
pondría su vida en mis manos.
Que si había tomado esa medida era por el que dirán.
Estoy totalmente de acuerdo, y si usted se anima en
venir nos haría felices a todos.
¡Gracias, pero le tengo pavor al mar!
Checamos balsa, remos, salvavidas, velas, anzuelos,
