Page 29 - LA ODISEA DE LEAH
P. 29
La Odisea de Leah
tan guapa como Mar? Tenía que serlo para que se desatara una
guerra por ella.
Mar es la compañera del colegio que siempre se pone vestidos
sofisticados. Pero Ulises no lo sabe, claro.
—Niña, ¿pero a ti quién te ha contado estas cosas? ¿Habéis oído?
Los hombres de Ulises se ríen sin control, tanto que uno de ellos
cae por la borda y otro que intenta sujetarlo por los tobillos (llo-
rando de la risa) pierde pie y se zambulle con él. Todavía se ríen
cuando los tiburones empiezan a zampárselos, pero como sus
compañeros también están riéndose, no pueden subirlos.
—¿La mujer de Menelao? Una harpía cartujana, vamos. No he
visto mujer más fea y sosa que ella. Troya era muy rica, por eso
la invadimos. Ese Homero no se entera de nada, o es un cómico
de poco talento. Pero tú has hablado de libros. ¿Qué otro libro ha
escrito ese infame?
—La Odisea. Creo que estamos dentro de ella ahora mismo.
Ulises manotea el aire con desprecio, como si quisiera apartar una
mosca molesta:
—¿Estamos dentro de una historia? ¡Qué idea tan disparatada!
Empiezo a pensar que tendríamos que devolverte al agua —brama
Ulises, que empieza a parecerse más a un ogro a los ojos de Leah
que al tipo simpático y sofisticado que dicen los libros—. ¿Y por
qué ese Homero iba a escribir también sobre ti, a ver? ¿Qué has
hecho tú tan importante como para salir en sus historias?
Leah se queda callada. Ahí la tiene pillada. No lo había pensado:
¿qué hace ella dentro de la Odisea? Sí, se metió en aquella sala
prohibida y allí fue abducida por el libro. ¿Pero qué consecuencias
tiene? ¿Qué estarán leyendo ahora los niños de todo el mundo? En
el barco de Ulises ha aparecido una niña de once años vestida de
una forma extraña y llamada Leah, que levanta el dedo cuando se
burlan de ella. Cuando Leah lo piensa, le entra la risa floja.
-29-