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Historia social de la literatura y el arte
tencia como lucha y competición, que transforma todo ser en mo
vimiento y cambio, y para el que la experiencia del mundo se con
vierte cada vez más en experiencia temporal, es el producto de esta
evolución doble y, sin embargo, profundamente unitaria.
El predominio del momento sobre la duración y la persisten
cia, el sentimiento de que todo fenómeno es una constelación pasa
jera y única, una ola fugitiva del río en el que no se baña uno dos
veces, es la forma más simple a que puede ser reducido el impre
sionismo. Todo el método impresionista, con todos sus medios y
conceptos artísticos, quiere, ante todo, traer y acentuar este senti
do heracliteano del mundo de que la realidad no es un ser, sino un
devenir, no un estado, sino un ocurrir. Toda imagen impresionista
es la expresión de un momento en el perpetuum mobile de la existen
cia, la representación de un equilibrio inestable, siempre amenaza
do, en el juego de las fuerzas contendientes. El modo de ver im
presionista transforma la imagen natural en un proceso, en un
surgir y un transcurrir. Disuelve todas las cosas estables y fir
memente trabadas en una metamorfosis, y presta a la realidad el ca
rácter de lo imperfecto y lo no terminado. La reproducción del acto
subjetivo de la percepción en vez del sustrato objetivo del ver, con
el que comienza la historia de la moderna pintura perspectivista,
llega aquí a su perfección. La representación de la luz, del aire y de
la atmósfera, la descomposición de las superficies de color en man
chas y puntos, la disolución de los colores locales en valores de ex
presión atmosféricos y perspectivistas, el juego de las reflexiones de
la luz y las sombras iluminadas, el punto palpitante y tembloroso,
y la pincelada abierta, suelta, libre, toda la pintura improvisada,
con su dibujo rápido, abocetado, el aspecto fugitivo, aparentemen
te descuidado, y el descuido virtuosista de la reproducción, no ex
presan, en última instancia, otra cosa que el sentimiento de aque
lla realidad en movimiento, dinámica, concebida en constante
modificación, que ha comenzado con la subjetivación de la repre
sentación pictórica a través de la perspectiva.
Un mundo cuyos fenómenos cambian siempre y por medio de
innumerables e imperceptibles transiciones produce la impresión
de una continuidad en la que todo se funde, y en la que no hay otras
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