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2.3. Un precursor de la Doctrina Social, desde lo oculto.
Wilhelm Emmanuel von Ketteler ( 1811-1877)
Wilhelm Emmanuel, el sexto de nueve hermanos de la familia von Ketteler, nace
un 25 de Diciembre de 1811 en el mismo corazón de Westfalia (Münster), Alemania.
Llegada la edad, decide estudiar la carrera de derecho. Una vez culminados sus
estudios, es nombrado refrendario del gobierno de Münster en 1834. El burócrata
Wilhelm inicia así, lucidamente, su carrera política. Sin embargo un acontecimiento
marca el rumbo de su vida: la actuación anticatólica del Estado prusiano con la
injusta detención del Arzobispo de Colonia "por acciones criminales contra el Estado”
causan en él un impacto tan grande que decide abandonar su prometedora carrera,
puesto que “no podía prestar servicio a un Estado que le exigía sacrificar su con-
ciencia”.
Es ahí cuando Wilhelm, renunciando al Estado, descubre el llamado al sacerdocio.
Ketteler es uno de los precursores de Sin embargo, habrían de pasar varios años de lucha en la que finalmente Dios
la aplicación de los principios cristia- gana la batalla y Wilhelm, a quien desde ahora denominaremos Ketteler, encuentra
nos en el ambiente social, que se an- el sosiego interior que tanto había anhelado con su ordenación sacerdotal a la
ticipó al lineamiento general de la Doc- edad de 33 años.
trina Social de la Iglesia, y a lo que Siendo párroco de Hopsten, es elegido como diputado del primer parlamento
actualmente se conoce como Doctrina alemán que iniciaba sus funciones en mayo de 1848, en una época de fuertes con-
Social Cristiana. vulsiones sociales. Apenas finalizan las sesiones parlamentarias, Ketteler es invitado
a participar en el Congreso Católico en Mainz, una de las principales diócesis de
Alemania, donde llama la atención a las gentes sencillas, miembros del proletariado,
acerca de los peligros del socialismo y trata de mostrar en sus discursos una
solución más pacífica a su sufrimiento.
“La cuestión obrera es mucho más importante que las llamadas cuestiones políticas.
Se cree equivocadamente que las cuestiones políticas son mucho más graves que
todas las que afectan al hombre, y que abarcan los intereses más esenciales de
la humanidad. Esto es una ilusión. Las cuestiones políticas no tienen interés real
más que para una pequeña porción del pueblo, para los obreros de la pluma, para
todos los que dominan en la tribuna y en la prensa”.
Leopold Kaiser, Obispo de Mainz, no quería dejar de aprovechar la presencia de
Ketteler en su Diócesis; tan pronto hubo terminado el Congreso, pide a Ketteler
que diera una serie de conferencias sobre el asunto que más le agradara. Es así
que Ketteler pronuncia seis famosos discursos sociales entre el 19 de Noviembre
y el 20 de Diciembre de 1848, desde el púlpito de la Catedral de Mainz. Quienes
le escuchan, perciben en sus palabras un mensaje nuevo: el derecho de la persona
a una vida y trabajo dignos; a la propiedad privada y a un salario justo; a la reducción
de la jornada laboral y al descanso dominical. Hasta ese momento no habían es-
cuchado a nadie que abiertamente y en nombre de la Iglesia supiera hacer frente
al capitalismo, al socialismo y al materialismo, que no habían hecho otra cosa que
jugar a favor de sus propios intereses. Pronto, el eco de sus palabras atraviesa la
Estampilla de Ketteler publicada diócesis y Ketteler es cambiado a Berlín donde ocupa un importante cargo eclesial;
en 1961 por el correo alemán. sin embargo, en menos de un año, es convocado por Pío IX a recibir la mitra del
episcopado de Mainz siendo consagrado obispo el 25 de Julio de 1850, con apenas
38 años de edad y seis de sacerdocio. “Nuestra religión no puede ser verdadera-
mente católica si no es verdadera-mente social (…). Si queremos conocer el tiempo
en que vivimos, tenemos que profundizar en la cuestión social. Quien la comprende,
reconoce el presente, para quien no la comprende, el presente y el futuro es una
adivinanza”.
Ketteler no desperdicia ocasión para compartir los intereses de la cuestión obrera
con sus hermanos en el episcopado, e invita a los obispos alemanes a que preparen
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