Page 14 - 5to Secundaria_Religion-55-74_Neat
P. 14
Las sugerencias de Rousseau sobre la religión civil fueron aplicadas por los discípulos
de la Revolución Francesa. Idearon una religión civil que tenía sus propios símbolos
pararreligiosos: la bandera tricolor, el himno de la Marsellesa, altares a la patria, árboles
de la libertad erigidos en muchos pueblos y ciudades, los dogmas y textos sagrados de
la Declaración de los Derechos del Ciudadano, y la Constitución.
• La religión del nacionalismo
Otro fruto de esta religión civil es la religión del nacionalismo, característico del siglo XIX,
pero que adquirió trágica actualidad a finales del siglo XX en la guerra de los Balcanes.
Una religión en la que el Estado nacional es vivido como el nuevo Dios, por el que vale
la pena sacrificarse.
El mundo occidental vivió la apoteosis de este culto en la Primera Guerra Mundial, en la
que algunos sectores del ejército de uno y otro bando entregaron la vida a la divinidad
de la propia nación.
3.2. Manifestaciones pseudorreligiosas
La religión civil alimenta otro tipo de religiosidad que algún autor ha llamado religión de
las masas o religiosidad profana, bajo formas muy distintas. Citamos algunas.
La religión del mercado capitalista y del consumismo
Esta religión del mercado se identifica con un conjunto de valores, actitudes y estilo de vida centrados en la posesión y el consumo
de bienes materiales.
El capitalismo actual ya no se contenta con responder a las necesidades de las personas, sino que busca ante todo suscitar y
alimentar los deseos de la gente. Por eso nacieron la publicidad y las facilidades financieras de los bancos en forma de créditos,
hipotecas, plazos… que permiten comprar ahora y pagar después.
Seguro que te extraña identificar el mercado y el consumo con una religión y te preguntas: ¿Qué es lo que hace que el afán de
consumo se considere como algo sagrado?
Se pueden aducir varios motivos:
— Convertir el dinero en algo absoluto, a cuyo
servicio se dirigen todas las energías del co-
razón humano, y se sacrifica el estudio, el tra-
bajo y el esfuerzo diario. Ya en la Antigüedad
se hablaba de la diosa Fortuna.
— La gran cantidad de ritos, centrados en el
comprar, tener, poseer y exhibir, presentes en
los grandes almacenes y centros comerciales,
a todas las horas del día y de la semana.
— Se desvalorizan fiestas religiosas tradi cionales
como Corpus, San José, etc. y se crean otras
nuevas sin ningún sentido religioso, como el
día de la madre, el día de los enamorados,
etc.
— La promesa de que el consumo de bienes ma-
teriales hace felices y ayuda a la realización
de las personas y, en definitiva, les da la sal-
vación.
SV