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2.5.2. Friedrich Nietzsche (1844-1900)
Nació en un pueblecito cerca de Leipzig (Alemania), en un ambiente profundamente
religioso; a los cinco años quedó huérfano de padre. Estos hechos, así como su salud
delicada y enfermiza, influyeron decisivamente en él. En los últimos años de su vida
sufrió graves trastornos psicológicos.
Es uno de los pensadores modernos que más ha influido en el pensamiento actual
pero, al mismo tiempo, su doctrina ha sido fuertemente discutida.
Sus obras reflejan la profundidad de sus conocimientos, su talento de escritor y su
sensibilidad de poeta. Podemos mencionar, entre otras obras, La gaya ciencia, Así
habló Zaratustra, Más allá del bien y del mal, El anticristo, El crepúsculo de los dioses
y La genealogía de la moral.
En el recuadro encontrarás un resumen de su pensamiento sobre la persona, la
religión y Dios.

El humanismo de Nietzsche se fundamenta en el concepto de superhombre que propugna.
Veamos cómo lo explica.
Friedrich Nietzsche. • Considera que Dios y la religión son fruto de la insatisfacción humana. El miedo, la debilidad
y la impotencia del ser humano ante el sufrimiento lo llevan a refugiarse en un mundo
superior e idílico.
• Explica que refugiarse en este mundo superior e idílico es una actitud propia de personas
débiles y esclavizadas. Afirma que la religión se opone al crecimiento y a la realización
del ser humano y no es nada más que el miedo a crecer.
• Cree que el cristianismo, por medio de la moral, ha favorecido que las personas se
refugien en este mundo irreal. Según su opinión, la moral cristiana es una moral de
esclavos y de cobardes, ya que propone valores negativos, como la debilidad, la resignación,
la obediencia, la pobreza, la compasión y el sufrimiento.
• Ante este hombre esclavo y cobarde, propone el superhombre, que cambiará todos los
valores negativos: pasará de una moral de esclavos a una moral de señores. Esta nueva
moral aportará unos nuevos valores: la fuerza, la dominación, la valentía, la astucia, la in-
dependencia, el poder...
• Considera a Dios como rival del hombre y plantea una alternativa: o Dios o el hombre.
Uno de sus personajes habla de la muerte de Dios con estas palabras: Debe morir Dios
para que el hombre pueda llegar a ser el superhombre.
• Este superhombre no busca refugio en la religión ni en Dios, sino que se vale por sí
mismo; por tanto, propone que el ser humano tiene que deshacerse de Dios, en un gesto
que Nietzsche llama la muerte de Dios.

Mirad, ¡yo les predico el superhombre! ¡El superhombre es el sentido de la tierra!
¡Yo les conjuro, hermanos míos, a que permanezcan fieles a la tierra y a que no crean a
quienes hablan de esperanzas sobrenaturales! Son gente que envenena, tanto si lo saben
como si no.
Son gente que desprecia la vida, son gente que agoniza, que se han envenenado ellos
mismos; la tierra ya está harta de ellos; ¡ojalá se pierda su especie!
Antiguamente, ofender a Dios era el ultraje más grande, pero Dios ha muerto y con él han
muerto también estos ultrajadores. ¡Ahora la cosa más horrorosa es ultrajar la tierra y
amar las entrañas de lo inescrutable más que el sentido de la tierra!
F. Nietzsche, Así habló Zaratustra.

SQ