Page 169 - El fin de la infancia
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Bueno, trataría de hacerlo lo mejor posible.
—Nada que informar aún —comenzó—. Hace unos minutos vi la estela de la
nave interestelar que desaparecía en el cielo. Hay casi luna llena y la mitad de la cara
familiar del satélite ha comenzado a desaparecer. Pero supongo que ya saben esto.
Jan se detuvo, sintiéndose ligeramente tonto. Había algo incongruente, hasta casi
absurdo, en lo que hacía. La historia había llegado a su clímax y aquí estaba él, como
si fuese un comentarista de radio ante una carrera o ante un cuadrilátero de boxeo. Se
encogió de hombros y dejó de lado esa idea. En todos los momentos de grandeza,
sospechaba, lo sublime no está muy separado de lo ridículo, y por otra parte sólo él
podía notarlo ahora.
—Ha habido tres ligeros terremotos en la última hora —continuó—. Controlan la
rotación de la Tierra de un modo maravilloso, pero no perfecto... Sabe usted,
Karellen, me parece muy difícil que pueda decirles algo que usted no sepa ya por sus
instrumentos. Quizá habría sido mejor que me hubiesen dicho qué pasaría según
ustedes y cuánto tiempo tendría yo que esperar. Si no ocurre nada, volveré a informar
dentro de seis horas...
»¡Hola! Parece que hubiesen esperado a que ustedes se fueran. Algo ha
comenzado. Las estrellas se han oscurecido. Como si una nube estuviese subiendo,
muy rápidamente, hacia el cielo. Pero no es realmente una nube. Tiene aparentemente
alguna estructura, puedo vislumbrar una borrosa red de líneas y franjas que cambian
continuamente de posición. Es casi como si las estrellas estuviesen envueltas en una
fantasmal tela de araña.
»La red está comenzando a brillar, encendiéndose y apagándose, como si
estuviese viva. Y supongo que está realmente viva. ¿O se trata de algo que está tan
lejos de la vida como de la materia?
»El resplandor parece moverse hacia una parte del cielo. Esperen mientras voy a
la otra ventana.
»Si, debí de suponerlo. Es una gran columna ardiente, como un árbol de fuego,
sobre el horizonte oriental. Está muy lejos; se alza desde el otro lado del mundo. Ya
sé de dónde surge; están al fin en camino, para convertirse en parte de la supermente.
El tiempo de prueba ha terminado: están dejando atrás los últimos restos de materia.
»A medida que los fuegos suben desde la tierra puedo ver que la red se hace más
firme y menos borrosa. En algunos lugares parece casi sólida, sin embargo todavía
puede verse el débil brillo de las estrellas.
»Acabo de darme cuenta. No es exactamente igual, pero aquello que vi surgir en
el mundo de ustedes, Karellen, era algo parecido. ¿Una parte de la supermente?
Supongo que me ocultaron la verdad, para que yo no tuviera ideas preconcebidas,
para que fuese un observador objetivo. Desearía saber qué están mostrándoles a
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