Page 50 - Cuentos de la selva para los niños
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                                        en la que hacían las preparaciones, pero no se veía ningún ingre-
                                        diente.

                                        —¿Qué vamos a hacer ahora? —les pregunté porque los vi con los
                                        brazos cruzados.

                             —Es una sorpresa —dijo mi abuela y se rió—. Mientras tanto podemos con-
                             versar sobre Imbabura, una de las provincias más turísticas del país. Tiene
                             como quince lagunas y cada una tiene su leyenda. Les voy a contar una que
         50                  talvez no conozcan.

                             Dicen que hace mucho tiempo vivían gigantes en el Ecuador. Un día se sen-
                             taron a conversar y a contarse cómo eran sus tierras. El más alto se molestó
                             porque no las conocía. Para tener qué decir la próxima vez que se reunie-
                             ran, caminó y caminó hasta que llegó a un lugar lleno de agua. A cada paso
                             que daba, metía sus enormes pies en una laguna. En el lago San Pablo, el
                             agua le llegó hasta las rodillas; en la laguna de Mojanda, hasta los tobillos;
                             en Cuicocha, hasta los muslos; y en Yahuarcocha, apenas le cubrió los pies.
                             Entonces vio, en lo alto del Imbabura, una pequeña laguna. Hasta allá fue y
                             se metió en las aguas oscuras y heladas pensando que era menos profunda
                             que las demás. Cuál no sería su sorpresa al sentir que la laguna no tenía
                             fondo y que se empezaba a hundir hasta casi desaparecer. Desesperado se
                             agarró de la cima de la montaña con tanta violencia que uno de sus dedos
                             perforó la piedra de lado a lado y se formó La Ventana del Imbabura, en la
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