Page 102 - 14 Copernico
P. 102
¿ASTRÓNOMOS ... O ECONOMISTAS?
Con frecuencia pensamos en los astrónomos como el arquetipo del sabio
despistado. que se ocupa de los astros celestes y se olvida de los problemas
terrestres. ¿Eran realmente así de despistados los grandes astrónomos? No,
en absoluto. Y, para muestra, he aquí tres ejemplos excelsos.
Tales de Mileto
El «padre de la filosofía» y uno de los Sie-
te Sabios de la Grecia antigua fue tam-
bién un gran astrónomo, capaz incluso
de predecir un eclipse. Se cuenta de él
que, una noche, de tanto mirar al cielo se
olvidó de mirar al suelo ... y se cayó en un
pozo, para escarnio de su esclava tracia.
Pero, precisamente por tanto mirar al
cielo, supo prever que aquel año habría
una magnífica cosecha de aceitunas, por
lo que alquiló todas las almazaras de la
región y, cuando llegó la cosecha, todos
los aceituneros tuvieron que contratarle
a él sus prensas para moler las aceitu-
nas ... ial precio que Tales les impuso! Es
el primer monopolio de la historia.
es considerada como irreprochablemente científica. Podemos ver
en ello la amplitud de miras de este gran hombre de ciencia, su
manera uniforme de abordar todos los problemas que se le plan-
tearon, sin importar el campo del que verúan, y su conocimiento
de la esencia y función de la moneda posiblemente debido a sus
antecedentes familiares. Por otra parte, subyace su vocación po-
lítica, seguramente heredada de su tío, sobre la necesidad de
aproximar ambas partes de Prusia al reinó de Polonia.
Sus esfuerzos fueron parcialmente vanos ante las presiones
políticas del ducado y de las grandes ciudades, sobre todo Gdansk
y Torún. Pero lo importante estaba conseguido: el sistema mone-
tario prusiano quedaba sujeto al ajuste dentro de Polonia, signifi-
cando el hecho una auténtica unión monetaria.
102 EL GIRO COPERNICANO