Page 112 - 14 Copernico
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Copérnico se está refiriendo a un supuesto error por defecto
que W erner atribuye a una medida reportada por Timocaris res-
pecto a dos estrellas. Y Copérnico acaba excusándose por no pro-
fundizar más en su carta:
Por último, ¿qué pienso sobre el movimiento de la esfera de las es-
trellas fijas? Como mis opiniones han de ser declaradas en alguna
otra parte, me parece superfluo e impropio extenderme en esta co-
municación. Ya que esto basta para satisfacer vuestro deseo de
tener mi opinión sobre este trabajo, dando cumplimiento a vuestra
petición. Deseo que Vuestra Reverencia tenga la mejor salud.
Hay dos elementos muy interesantes en esta misiva. El pri-
mero, que desliza que piensa publicar su «opinión» sobre cosmo-
logía «en alguna otra parte». El segundo, la agresividad con la
que, en contra de sus habituales maneras tan mesuradas, trató a
W erner; ello quizá pueda ser visto como que le había irritado la
forma tan superficial de este al atacar a unos sabios que él, Copér-
nico, llevaba décadas estudiando cuidadosamente.
En contraste con sus restantes escritos, en esta carta abun-
dan las citas a Aristóteles. Resulta especialmente interesante una
frase que condensa el espíritu y la esencia de esta epístola, por lo
que significa en relación a su propia obra:
Deberíamos estar agradecidos no solo a los filósofos que han ha-
blado correctamente, sino también a todos aquellos que lo han
hecho con inconección, porque el hombre que desea alcanzar el
camino correcto adquiere frecuentemente no poca ventaja cono-
ciendo los caminos erróneos.
LOS ÚLTIMOS AÑOS
Durante los años finales de su vida, Copérnico fue reduciendo su
participación en la vida política de la Prusia Real, puede que a con-
secuencia de la edad. No se retiró de la vida pública, pero la restrin-
112 EL GIRO COPERNICANO