Page 150 - 14 Copernico
P. 150

Más aún, se añadió un prefacio que se atribuye a Copérnico, res-
                    catado con el manuscrito hallado en Praga.
                        Merece ser citada una quinta edición, llevada a cabo por la
                    Sociedad Copernicana de Torún, su ciudad natal, en el 400.º ani-
                    versario de su nacimiento en 1873. Esta edición crítica fue fiel
                    reproducción del manuscrito encontrado en Praga. Se trata de una
                    edición muy apreciada por los especialistas, debido a las diferen-
                    cias que muestra al seguir el texto original.
                        A partir de ese momento es difícil hacer un resun1en de las
                    ediciones aparecidas y de los idiomas a los que la obra ha sido
                    traducida. Por referir únicamente algunas significativas, menciona-
                    remos la primera edición en alemán (1879, Torún), francés (1927,
                    París), inglés (primera edición completa 1939, en Estados Unidos),
                    ruso (1964, Moscú) y español (1969, México; 1982, Madrid).




                    MODIFICACIONES SUCESIVAS AL MODELO

                    Hasta ahora hemos hablado más de las reacciones teológicas o fi-
                    losóficas al modelo heliocéntrico que de los posicionamientos de
                    otros astrónomos. Es obvio que, en el terreno científico, también
                    hubo una fuerte polémica. Se trataba de eliminar una teoría am-
                    pliamente aceptada durante más de un milenio y, por ello, la con-
                    testación fue tan fuerte que casi ha llegado hasta nuestros días. En
                    esta larga disputa se han considerado aspectos metodológicos u
                    ontológicos junto a otros de carácter matemático o cosmológico.
                        En una primera fase, que se extiende desde que se conoce la
                    existencia del manuscrito hasta el final del siglo XVI,  se nota una
                    acogida favorable a las nuevas teorías en su vertiente matemática,
                    pero un claro rechazo a su lado cosmológico. En el lado protes-
                    tante, la escuela de Wittenberg se dedicó a encontrar modelos
                    geocéntricos o geostáticos que fueran equivalentes al  coperni-
                    cano, lo que culminó con los trabajos de Tycho Brahe. En las trin-
                    cheras católicas, este esfuerzo fue apreciado sin reservas.
                        Pero Brahe fue más allá y propuso un modelo geo-heliocén-
                    trico consistente con la tradición ptolemaica. Astrónomos a caba-





        150         UN MODELO QUE PERDURA  PESE A TODO
   145   146   147   148   149   150   151   152   153   154   155