Page 80 - Primer libro VIM
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gubernamentales, por lo general, se quedan en niveles muy básicos; mientras que las practicantes
de VIM pueden, en poco tiempo, obtener aprendizajes que a muchas de sus compañeras les
significarán años de estudio.
La familia: actor relevante en todo el proceso de rehabilitación
Una buena rehabilitación implica comprometerse con las personas en silla de ruedas, pero también con sus
familias, para no crear vacíos; pues el éxito inicial depende mucho de estas últimas. Nos hemos topado en
varias ocasiones, con jóvenes -personas con discapacidad- que viven virtualmente recluidos en sus casas,
sin que las familias les permitan salir, ni siquiera para tomar el curso. Ha habido casos en que el DIF tiene
que auxiliarse de la policía, para que dejen salir a algún chico mayor de edad, cuyo único anhelo es conocer
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otra forma de vida .
Algunos de esos jóvenes rehabilitados, no obstante sus 15 ó 20 años de encierro, son ahora
quienes con gran generosidad, sostienen el ingreso
de la familia. Hay familiares que acuden al curso; y,
luego ya no quieren que sus hijos sigan haciéndose
independientes: lo quieren sacar del curso por la
fuerza. Algunos, de hecho, si lo han conseguido; pues
los hijos –aún con mayoría de edad- asumen que “no
pueden rebelarse contra sus padres”.
Por ello, es muy importante trabajar el tema de los miedos,
sobre todo con los familiares. La Gráfica 41 puede ayudar
en esa tarea: 137 de las 200 PCD encuestadas (casi el 70%)
reconocen que sus familiares valoran mucho las habilidades
para superar obstáculos, que aprendieron en el Modelo VIM. Casi un 50% de los encuestados, dicen que lo
que valoran mucho también es su habilidad de pasar de la silla al baño o al automóvil; y, una tercera parte,
dice que la habilidad que más valoran sus familiares es la de subir y bajar escaleras, así como el manejo de
caídas. En otras palabras: no hay razón para tener miedo al Curso de Rehabilitación o a la participación de
una PCD en el Modelo de Integración; pues, al final de cuentas, lo que ahí aprenderá, beneficiará también
a los propios familiares: se traducirá en que la PCD deje
de ser una carga para ellos, en aspectos muy específicos,
que antes significaban un desgaste importante para los
familiares que se hacían responsables de ella.
Poco a poco, la carga para la familia, necesariamente
comienza a disminuir, pues la PCD va haciéndose cada
vez más independiente. Sus familiares son sustituidos
por el nuevo grupo de apoyo que se genera en torno
a ella: sus pares, sus nuevos amigos y otras PCD con
quienes comenzará a compartir distintos espacios de
vida. La Gráfica 69BisII muestra los nuevos grupos a los
35 Convención DPD: Artículo 14.- Libertad y seguridad de la persona. 1). Los Estados Partes asegurarán que las personas con discapacidad, en
igualdad de condiciones con las demás: a) Disfruten del derecho a la libertad y seguridad de la persona; b) No se vean privadas de su libertad ilegal o
arbitrariamente y que cualquier privación de libertad sea de conformidad con la ley, y que la existencia de una discapacidad no justifique en ningún
caso una privación de la libertad. 2). Los Estados Partes asegurarán que las personas con discapacidad que se vean privadas de su libertad en razón
de un proceso tengan, en igualdad de condiciones con las demás, derecho a garantías de conformidad con el derecho internacional de los derechos
humanos y a ser tratadas de conformidad con los objetivos y principios de la presente Convención, incluida la realización de ajustes razonables. Modelo
VIM: el derecho a la libertad, implica que la PCD quiera ser libre y asumirlo con responsabilidad; con todo lo que esa libertad implica.
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