Page 76 - Primer libro VIM
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De manera que los ejercicios no sirven solo para movernos sino para crear conciencia. La conciencia de tu
               propio cuerpo y de lo indefenso que se encuentra, por la falta de sensibilidad y la falta movilidad. Da gusto
               ver cómo después de aprender estas técnicas, mucha gente con discapacidad ya no siente vergüenza por
               sus piernas (por lo delgadas que se vuelven a falta de movilidad) ni la necesidad de taparlas con sábanas.
               Este miedo a mostrar las piernas chuecas es aprendido y deriva más bien de la vergüenza que llegan a
               sentir los padres de la persona con discapacidad, por ese mismo hecho.


               Cómo surge la metodología de acompañamiento de pares
               Antes de existir Vida Independiente México, no existía el modelo de pares o de un instructor que tuviera
               la misma discapacidad que las personas a las que enseñaba. Era muy difícil, incluso, encontrar un “cuadra”
               (como  suele  llamarse  a  los  cuadripléjicos)  con  muchas  habilidades.  Muchas  compañeras,  personas  con
               discapacidad, han tenido instructores muy preparados pero al no tener la experiencia de una discapacidad
               motora, no tiene el mismo impacto su enseñanza: no es igual de
               creíble. Hay un dicho popular local que lo expresa de maravilla:
               “Pa’ los toros del Jaral, los caballos de allá mesmo”.

               Los  instructores  con  maestría,  han  significado  para  nosotros,
               el riesgo de la prepotencia: cuando se tiene mucha habilidad
               física, por parte de quienes están siendo capacitados, se llega
               fácilmente a la crítica del profesional y esto en ocasiones puede
               representar para ellos una especie de humillación. En cambio,
               con los instructores que tienen sólo primaria o secundaria, se
               da una mayor empatía; entre otras razones, por estar a nivel del
               aprendiz. Se logra una instrucción que no es emocionalmente
               aplastante por parte del profesional. A final de cuentas, aprendiz y maestro se unen, haciendo su mejor
               esfuerzo. La Gráfica 82 nos muestra el grado de confianza que las 200 PCD encuestadas tienen en sus pares
                                                del Modelo VIM.


                                                La gráfica 42 nos muestra el porcentaje de las 200 PCD encuestadas
                                                que fueron capacitadas por un par (92% del total).

                                                Actualmente, la metodología de pares es la columna vertebral de todo
                                                el modelo. Lo más curioso, es que de alguna manera surge en la calle.
                                                Santiago,  ya  con  su  cuadriplejia,  gustaba  de  hacer  amistad  con  los
                                                chavos en situación de discapacidad que se iba encontrando en la calle;
                                                permitiéndoles dormir en alguno de sus carros -de aquél negocio de
                                                compra y venta de autos que ya habíamos mencionado-. Los chavos de
               la calle lo jalaban a sus vicios, pero Santiago tuvo la energía para jalarlos más a ellos; a integrarse. Ellos fueron
               los pioneros del modelo; los primeros que Santiago comenzó a integrar. Eran sus pares con discapacidad; era
               un  espectáculo  increíble:  cada  fin  de  semana  iban  aumentando
               los carros de gente con discapacidad que el modelo alimentaba;
               dándoles de comer y capacitándolos.

               Actualmente,  las  PCD  conceden  un  grado  de  importancia  muy
               elevado (mucho y muchísimo) al hecho de ser capacitadas por otra
               PCD instructora o experta (ver Gráfica 43). Las siguientes gráficas
               muestran tres mecanismos en los que es muy apreciado el valor de
               esta técnica de acompañamiento, por el rico intercambio que se da
               entre los pares involucrados.

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