Page 69 - 25 Maxwell
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De todo corazón te felicito por tu puesto en la lista. Supongo que es
            más alto que lo que esperaban de ti, y tan alto como esperaba Hop-
            kins. Te deseo suerte en el Smith's Prize; asegúrate de escribirme
            con el resultado.

            A los pocos días, Maxwell y Routh se enfrentaban al Srnith's
        Prize. A las dos de la mañana del 6 de febrero Georg e W edderburn
        entró como una exhalación en la habitación de Maxwell. Había
        leído el Saturday Times en el expreso y le comunicó la noticia:
        había empatado con Routh.  Semejante éxito le iba a  abrir mu-
        chas puertas, pero Maxwell tenía sus propias ideas: se quedaría
        en el Trinity como graduado y luego optaría a una plaza dejellow.
        Después de unos años, buscaría un puesto de profesor en alguna
        universidad, pues ser miembro permanente del claustro del Tri-
        nity requería ser ordenado sacerdote de la Iglesia de Inglaterra y
        permanecer soltero, algo que no entraba en los planes de futuro
        de James.


                «Para este hombre es prácticamente imposible que piense
                 de manera incorrecta en cuestiones físicas; sin embargo,
                                      en análisis es mucho más deficiente.»
                                                    -  WILLIMI  ÜOPKINS  SOBRE  MAXWELL.


            Mientras,  la vida seguía su curso.  Su rutina diaria incluía
        andar, remar por el río Cam, nadar, hacer ejercicio en el gimna-
        sio ... Al mismo tiempo, su nueva posición de graduado le imponía
        otras obligaciones, como la de tomar alumnos, y pronto debería
        presentarse a otro examen para obtener la plaza en el Trinity.
            Los cuatro años de estudiante en Cambridge le proporcio-
        naron el bagaje necesario para redirigir los proyectos de inves-
        tigación que había empezado en Edimburgo. Al igual que hiciera
        Forbes en el caso de la ciencia experimental, Hopkins le había
        enseñado esa disciplina mental que necesitaba en matemáticas.
        Así que empezó a dirigir su atención a una pregunta que se hizo
        cuando tenía tres años: ¿Cómo sé que el color azul es azul?






                                                          EN  EL RÍO CAM     69
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