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radiación desconocida era capaz de
traspasar cualquier lámina de metal, e FIG.2 y
incluso de plomo de algunos centíme-
tros de grosor. Es decir, existía una
radiación que tenía un poder de pe-
netración incomparablemente mayor
que el manifestado por los rayos alfa
o los beta. Entre otras características,
Villard observó que esta radiación no
se desviaba ante campos magnéticos.
Sin embargo, confundió estos rayos Colimador
con los rayos X ( error por otro lado +
fácil de cometer dado que se trata
Fuente radiactiva
en ambos casos de radiaciones muy
energéticas).
Rutherford, en el año 1902, se
hizo eco de las investigaciones de Paul Villard para interpretar- Al tener cargas
las correctamente: eléctricas de
distinto signo,
las trayectorias
de las partículas
Todas las sustancias radiactivas permanentes, uranio, torio y radio, alfa y beta son
emiten dos tipos de rayos, uno fácilmente absorbible y que no es d ivergentes bajo
campos eléctricos.
desviado por un campo magnético, y otro de carácter más penetran- En cambio, la
radiación gamma
te y que se desvía en un campo magnético. En adición a estos dos prosigue en
rayos, Villard hizo notar por primera vez, utilizando un método foto- línea recta,
dado que es
gráfico, acerca de la existencia de unos rayos muy penetrantes pro- eléctricamente
cedentes del radio, que no se desviaban en presencia de un campo neutra.
magnético. Este resultado fue confirmado por Becquerel.

Finalmente, a estos rayos se les dio el nombre de rayos gam-
ma (figura 1).
Como las radiaciones alfa están formadas por núcleos de
helio con una gran masa en comparación por ejemplo al electrón,
son absorbidas por una hoja de papel o por la palma de la mano.
Las radiaciones beta básican1ente son electrones, apenas tienen
masa, de modo que pueden adquirir mayor velocidad que las par-
tículas alfa con la misma energía, y por tanto su poder de pene-
tración es mayor debido a una menor probabilidad de interacción

ALFA, BETA Y GAMMA 67