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Compuestos del torio emiten continuamente partículas radiactivas
de algún tipo, que retienen sus poderes radiactivos durante algunos
minutos. Esta «emanación», como será denonúnada por brevedad,
tiene la capacidad de ionizar el gas de su entorno y de atravesar
capas delgadas de metales y, con gran facilidad, pasar a través de
papel de un grosor considerable.
Las «emanaciones» serían su inmediato campo de estudio.
Primero, las logró contener en un tubo, cuyas paredes rápida-
mente se volvían radiactivas. Era como si la radiactividad fuera
contagiosa, de modo que en tomo al torio todo se volvía radiac-
tivo, aunque fuera por poco tiempo. ¿Cuál era la naturaleza de
las «emanaciones»? O bien se trataba de algún tipo de «vapor»,
o, por el contrario, tenían que ver con partículas que lograban
excitar la radiactividad en otras sustancias.
Rutherford observó que la emanación del torio cesaba con
relativa rapidez. Este hecho contrastaba con los experimentos
realizados con el uranio y el polonio, los cuales se habían mos-
trado hasta ese momento como fuentes inagotables de rayos alfa
y beta. Las emanaciones resultantes de las pruebas realizadas con
el torio, por el contrario, eran intensamente radiactivas, pero por
corto tiempo: la radiactividad apenas duraba algunos minutos.
Dichas emanaciones eran como una presencia fantasmagórica.
Las cantidades que se podían recoger de ellas eran mínimas, y su
presencia solo era reconocible por la radiactividad, que además
desaparecía casi al instante.
En Europa, los Curie también observaron que los elementos
próximos al radio en la tabla de los elementos químicos se mostra-
ban radiactivos, lo cual les llevó a plantearse seriamente la posibi-
lidad de que este elemento excitara la radiactividad de materiales
cercanos. Años más tarde, Rutherford resumiría de esta manera el
grado de conocimiento en aquel momento sobre la cuestión:
En 1900, el autor [ es decir, el propio Rutherford] demostró que el torio,
además de expulsar paitículas tipo a y ~, emite continuamente una
«emanación» radiactiva o gas. Tanto el elemento radio como el actinio
exhiben una propiedad sinúlar. La intensidad de esta radiación decae
LA DESINTEGRACIÓN RADIACTIVA 73