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lencia había sido la geometría clásica griega; pero no solamente
                     eso, sino que se entendía que el modo más claro de pensar las no-
                     ciones matemáticas era viéndolas como conceptos geométricos.
                     Un número, por ejemplo, especialmente un número irracional, se
                     veía como un segmento y las operaciones numéricas se entendían
                     como construcciones; por mostrar un ejemplo de los muchos po-
                     sibles, en su libro Reglas para la dirección de la mente, escrito
                     en la década de 1620, René Descartes explica que multiplicar dos
                     números - es decir,  dos segmentos-  consiste básicamente en
                     construir el rectángulo que tiene a esos dos segmentos por lados;
                     notemos que Descartes no dice, tal como pensaríamos hoy en día,
                     que el producto de los lados nos pemtite calcular el área del rec-
                     tángulo. Él dice que el rectángulo es el producto de los dos núme-
                     ros; los conceptos y operaciones er~ pensados como objetos y
                     construcciones de naturaleza geométrica.


          «Del paraíso que Cantor creó para nosotros nadie podrá
          expulsarnos.»
          -  DAVID  HILBERT (1862-1943), MATEMÁTICO  ALEMÁN,


                         Este dominio de la geometría fue desapareciendo de manera
                     gradual a lo largo del siglo XIX, durante el proceso conocido como
                     «aritmetización del cálculo»  (véase el capítulo 3). Como resul-
                     tado de este proceso, los conceptos matemáticos, sobre todo los
                     conceptos del cálculo,  dejaron de pensarse geométricamente y
                     pasaron a basarse exclusivamente en los números. Pero si los nú-
                     meros ya no eran pensados como segmentos, ¿qué eran entonces?
                     Algunos matemáticos, entre ellos Richard Dedekind, vieron una
                     respuesta a esta pregunta en la teoría de conjuntos; si las defini-
                     ciones de los números y sus operaciones ya no podían apoyarse
                     en conceptos geométricos, pensó Dedekind, entonces podrían ba-
                     sarse en nociones conjuntistas.
                         Como vimos en el capítulo anterior,  en 1872  Dedekind ya
                     había usado conceptos conjuntistas para definir a los números
                     reales, pero esta definición presuponía la existencia de los racio-
                     nales, que a su vez se definen en base a los números natur_ales.





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