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cuando no se haya desintegrado ningún átomo. La primera desinte-
              gración atómica lo envenenaría. La función -ip  del sistema en su
              conjunto lo expresaría incorporando en ella al gato vivo y al gato
              muerto (perdonen la expresión) mezclados o dispersos a partes
              iguales.

              La función de onda del ingrediente cuántico de la experien-
          cia, el núcleo del átomo radiactivo que puede, o no, desintegrarse,
          atrapa al gato en su abstracción. Antes de medir, de abrir la cá-
          mara y verificar qué ha ocurrido, ambos se combinan en una su-
          perposición de estados (véase la figura). El animal muere y vive al
          mismo tiempo.  Einstein coincidía con el diagnóstico de Schro-
          dinger: «Una función 'ljJ que contiene al gato vivo además del gato
          muerto sencillamente no puede tomarse como una descripción de
          un estado de cosas real».
              Schrodinger ideó su experimento para poner en evidencia las
          lagunas de la versión ortodoxa de la mecánica cuántica. Apuntaba
          a la yugular, pero su paradoja se resuelve justo en la dirección
          opuesta a la que él había previsto. No se puede separar lo micros-
          cópico de lo macroscópico, como si fueran compartimentos es-
         tancos; cierto, pero eso no desmiente la superposición cuántica:
          simplemente la introduce en nuestro mundo cotidiano.
              En los laboratorios se han hecho realidad decenas de encar-
          naciones del gato de Schrodinger. Se ha conseguido situar una
          serie de estructuras, cada vez más complejas, en una superpo-


                                                                        Gato atrapado
                                                           ,._          cuántica.  Después
                                                                        en la indecisión
                                                                        de cerrarse la
                                                                        cámara de acero,
                                        J                     '         la función  111
                                                                        evoluciona para
                                                                        abarcar todas
             '1          111'~'         lll'J\_____A'                   las posibilidades.
                               '
                            '
                                                                        No se decanta por
                               '
                            '
                                                                        ninguna de las dos
                            :
                               :
                                           :
                                                             :
                            '
                            '   '  '       '  '              '  '       alternativas: el
                                                                        gato vivo y el gato
                             t,                     t3                  muerto conviven
                                                                        en  un  mundo de
                                                                        probabilidades.
                                                       EL GATO ENCERRADO      155
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