Page 100 - 09 Bohr
P. 100

Bragg (1862-1942) explicó que los fí~icos se encontraban en la más
                     absoluta oscuridad:

                         Debe haber algún hecho totalmente desconocido para nosotros y
                         que, cuando se descubra, revolucionará nuestras ideas acerca de la
                         relación entre ondas, éter y materia. Por el momento nos vemos
                         empujados a usar las dos teorías. Los lunes, miércoles y viernes
                         usamos la teoría ondulatoria, y los martes, jueves y sábados inter-
                         pretamos la luz como haces de partículas.

                         Joseph John Thornson, por su parte, hizo una broma parecida
                     cuando dijo que las teorías ondulatoria y corpuscular se parecían
                     «a la batalla entre un tigre y un tiburón. Cada uno de estos animales
                     es el más poderoso en su ámbito, pero inútil en el ámbito del otro».
                         El conflicto entre ambas teorías se resolvió a base de am-
                     pliarlo. Un joven aristócrata francés, Louis de Broglie (1892-1987),
                     hizo su tesis doctoral en 1924 aplicando la teoría de la relatividad
                     al movimiento de los electrones. Su solución fue que estos, y por
                     extensión cualquier partícula, tenían asociada una onda a su mo-
                     vimiento, es decir, que se comportaban a veces corno una onda.
                     El propio Einstein quedó fascinado por esta tesis.
                         Siguiendo el hilo iniciado por Louis de Broglie, un joven pro-
                     fesor de la Universidad de Zúrich, Erwin Schródinger (1887-1961),
                     desarrolló toda una teoría mecánica de los electrones utilizando la
                     matemática propia del estudio de las ondas. Con ello, Schrodinger
                     podía predecir los posibles estados cuánticos de los electrones en
                     un átomo; era lo .mismo que había conseguido Heisenberg, pero de
                     un modo totalmente distinto. Asignando a cada electrón una fun-
                     ción de onda, las ondas podían interferir entre sí corno hacen, por
                     ejemplo, dos olas en la superficie del mar. Lo sorprendente era el
                     modo en el que Schródinger introducía los números cuánticos en
                     cada onda, es decir, en el comportamiento de los electrones, ya que
                     lo hacía a partir de los nodos de vibración armónica de las ondas.
                         Imaginemos una cuerda vibrando entre dos extremos fijos.
                     Esta puede vibrar en varios modos estables, llan1ados armónicos,
                     tal y corno muestra la figura l. El armónico fundamental más sim-
                     ple es el que tiene corno únicos puntos fijos los extremos de la





         100         CATALIZADOR DEL MUNDO CUÁNTICO
   95   96   97   98   99   100   101   102   103   104   105