Page 97 - 09 Bohr
P. 97
solo una década, su radicalidad había quedado obsoleta y que
unos jóvenes como Heisenberg y Pauli estaban cambiando la faz
de la física. Pero quien de verdad se dio cuenta de lo que Heisen-
berg había hecho fue su antiguo maestro y compañero en Gotinga,
Max Born, quien, más matemático que físico, vio que las relacio-
nes numéricas que Heisenberg había encontrado coincidían con el
JÓVENES BRILLANTES Y DESACOMPLEJADOS
Los historiadores de la ciencia se han
preguntado muchas veces cómo fue po-
sible que una generación de jóvenes, que
en su mayoría procedían de Alemania y
Austria, consiguiera cambiar la faz de la
física en tan pocos años. La necesidad de
explicar fenómenos totalmente nuevos
aparecidos tras el descubrimiento de los
rayos X, la radiactividad y el electrón, es
un argumento, pero no es suficiente. Los
jóvenes científicos de los territorios que
perdieron la Primera Guerra Mundial vi-
vieron tiempos muy turbulentos. La hipe-
rinflación en Alemania y, en menor medi-
da, en Austria, junto con los constantes
movimientos revolucionarios a izquierda
Werner Heisenberg.
y derecha del espectro político, crearon
un clima de incertidumbre, donde el con-
cepto de «probabilidad» se imponía frente al concepto de «certeza causal».
Además, los jóvenes científicos se veían en la necesidad de romper con la
tradición antigua, aquella que había conducido a sus países al gran desastre
militar de la Gran Guerra. Hay un segundo aspecto que conviene también men-
cionar. En un clima de crisis e incertidumbre, era necesario llamar la atención
sobre uno mismo si se quería conseguir un puesto en la universidad. El clima
socioeconómico propiciaba, así, la aparición de jóvenes con ideas arriesgadas
en busca de un futuro profesional. Evidentemente, solo aquellas ideas revolu-
cionarias que funcionaban eran tenidas en cuenta, y podríamos hallar muchos
jóvenes científicos cuyas teorías pasaron a mejor vida y cuyos nombres nunca
llegaron a los libros de historia de la ciencia. Pero también es indudable que
para personajes como Heisenberg y Pauli habría sido más difícil ser aceptados
en un ambiente más estable, más tradicional.
CATALIZADOR DEL MUNDO CUÁNTICO 97