Page 83 - 09 Bohr
P. 83
Albert Einstein (Bohr recibió el galardón por sus trabajos sobre la
estructura atómica y la radiación, y Einstein, por su interpretación
del efecto fotoeléctrico). La coincidencia fue beneficiosa porque
los premios Nobel aún no eran el fenómeno mediático en el que se
convirtieron más adelante. Además, en sus primeras ediciones,
la Academia de las Ciencias no siempre había primado el valor
del trabajo de los galardonados, sino que en ocasiones había uti-
lizado el premio para llamar la atención sobre la capacidad cien-
tífica de Suecia. Como Einstein ya era por entonces un fenómeno
mediático, el anuncio del premio Nobel atrajo la atención de los
periodistas, aunque la noticia era que al físico alemán se le había
otorgado un gran premio, no que este premio fuera el Nobel. En
cualquier caso, el nombre de Niels Bohr apareció entonces en
la prensa internacional como receptor del mismo premio que se
había concedido a Einstein.
Tras el Nobel, Bohr empezó a recibir numerosos honores y
premios desde los más diversos países. Asimismo, se le hicieron
ofertas tentadoras para que aceptara cátedras en otros lugares
más relevantes que la pequeña Dinamarca. Desde Berlín, una
vez se calmaron las aguas de la posguerra, Max Planck le hizo
saber que la Academia de las Ciencias alemana estaba dispuesta
a ofrecerle una cátedra parecida a la que tenía entonces Einstein:
muy bien pagada y sin más obligaciones que hacer lo que quisiera.
También la Royal Society de Londres le ofreció una cátedra con
un salario que triplicaba el que tenía en Copenhague, además de
una buena suma para instalar su propio centro de investigación en
el lugar de Inglaterra que prefiriera. Esta última oferta era la más
apetecible: trabajar codo con codo con su buen amigo y admirado
maestro Ernest Rutherford, que se había convertido en el director
del Cavendish, era más que tentador. Sin embargo, la lealtad a su
ciudad y a su país fue más fuerte y Bohr se quedó en Dinamarca.
Prácticamente desde su inicio, el Instituto no solo fue el teatro
de operaciones académico de Bohr, sino también el centro de su
vida familiar. Niels y Margrethe convirtieron las dos plantas supe-
riores del regio edificio en su vivienda particular, borrando así las
fronteras entre lo profesional y lo familiar. Allí vivió la pareja con
los hijos que iban llegando: Christian, el primero, en 1916, Hans
CATALIZADOR DEL MUNDO CUÁNTICO 83