Page 20 - 04 Max Planck
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canciller podían de hecho gobernar de espaldas al Parlan1ento, y
así lo hicieron repetidamente. Bismarck estuvo en el poder hasta
1890, año en que Guillermo 11 (1859-1941), segundo hijo de Gui-
llermo I y que tenía sus propias ideas respecto al gobierno del
Estado, decidió prescindir del ya anciano canciller. Cuando Bis-
marck abandonó el cargo, Planck tenía treinta y cuatro años.
El último cuarto del siglo XIX fue un período de cambio eco-
nómico y social radical para Alemania. La industrialización, que
se había iniciado a mediados de siglo, se aceleró a un ritmo excep-
cional, convirtiendo a Alemania en muy poco tiempo en una gran
potencia industrial, al mismo nivel que Inglaterra. La ciencia y la
tecnología se desarrollaron a la par que la industrialización siendo,
a la vez, causa y consecuencia de ella. Por todo el país, pero muy
especialmente en Berlín, surgieron centros de investigación fuer-
temente ligados a la industria. Uno de ellos, el Instituto Imperial
de Física y Tecnología, fundado en 1887, tendría un papel esencial
en el descubrimiento del cuanto de energía.
La lenta y progresiva industrialización inglesa había llevado a
la existencia de numerosas empresas familiares que competían
entre sí. La burguesía inglesa creía que el Estado no debía interve-
nir en el libre comercio. Frente al modelo inglés, el capitalismo
alemán tuvo desde el principio una fuerte influencia estatal. Las
grandes empresas, los grandes bancos, el ejército y el gobierno
estaban íntimamente ligados y se desarrolló un capitalismo mono-
polista con una creciente concentración económica. En esta situa-
ción se desarrolló con fuerza el movimiento obrero (no olvidemos
que Marx y Engels eran alemanes). Dada su ascendencia familiar
y su carrera como científico y profesor, Planck no era, lógica-
mente, simpatizante del movimiento obrero. Pero sí lo fue Albert
Einstein, con quien mantuvo una estrecha y amistosa relación a
pesar de sus evidentes diferencias políticas. Einstein se codeó en
su juventud con militantes y simpatizantes de la socialdemocracia
alemana y se definió a sí mismo como socialista en varias ocasio-
nes. La amistad que unió a los dos grandes hombres muestra que
Planck, aunque conservador, era un hombre abierto y tolerante.
Junto a la rápida industrialización, otra característica del Se-
gundo Imperio alemán fue el nacionalismo. La unificación de 1871
20 PLANCK Y LA FÍSICA DEL SIGLO XIX