Page 78 - 04 Max Planck
P. 78
LISE MEITNER Y LA FISIÓN DEL URANIO
Cuando Lise Meitner huyó de Alemania,
estaba realizando, junto con Otto Hahn y
Fritz Strassmann, experimentos con ura-
nio, concretamente bombardeándolo con
neutrones. Trataban de reproducir los ex-
perimentos que había hecho Enrico Fermi
y que, según este, conducían a la creación
de nuevos elementos transuránidos. Una
vez a salvo en Estocolmo, Meitner recibió
una carta de Hahn, fechada el 19 de di-
ciembre de 1938, en la que le hacía partí-
cipe de los últimos resultados: entre los
restos del uranio irradiado habían encon-
trado una sustancia que inicialmente to-
maron por radio, pero que, sin duda, era
bario radiactivo. El peso atómico del ura-
nio es 238 y el del bario 137. La conclusión
Use Meitner y Otto Hahn trabajando
de que, efectivamente, se producía una
en su laboratorio.
escisión del uranio era inevitable. Lise
Meitner fue a visitar a su sobrino, el tam-
bién físico Otto Frisch, que se encontraba de vacaciones navideñas en Suecia.
Le enseñó la carta de Hahn y se fueron a dar un paseo por la nieve.
La chispa de la bomba atómica
Este paseo es un episodio mítico de la física del siglo xx. Se pararon junto a
un tronco, Meitner sacó un lápiz y unos trozos de papel, y se puso a hacer
cálculos. Los cálculos mostraron que la fisión no solo era posible sino que, de
2
acuerdo con la fórmula de Einstein E=mc , en ella se liberaba una ingente
cantidad de energía. Unos días más tarde Frisch se reunió con Niels Bohr y le
contó los resultados del cálculo que él y su tía habían realizado. Bohr com-
prendió inmediatamente la trascendencia del descubrimiento. Ese mismo mes
de enero Bohr se embarcó hacia Estados Unidos y llevó consigo la noticia de
la fisión nuclear. A partir de ahí se inició la carrera por controlar la energía
nuclear. Años más tarde, acabada la guerra, Lise Meitner viajó a Estados Uni-
dos invitada por diversas universidades y centros de investigación. La prensa
sensacionalista se inventó la historia de que había huido de Alemania con el
secreto de cómo se fabricaba la bomba atómica y que había pasado esta
información a los Aliados. Incluso en Hollywood le ofrecieron hacer una pelí-
cula sobre el supuesto episodio, oferta que Meitner declinó muy gráficamen-
te: antes de dar su consentimiento a que se hiciera la película, respondió,
preferiría pasear desnuda por Broadway.
78 EL NACIMIENTO DEL CUA NTO DE ENERGÍA