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PLANCK Y LA MÚSICA
En la Europa del siglo x1x y principios del xx, la música formaba parte de una
buena educación. En muchas casas burguesas había un piano: según algunas
crónicas, en el año 1845 había en París más de 60000 de estos instrumentos.
El siglo x1x consolidó a Alemania como centro de la música europea. No solo
Beethoven, nacido en Bohn, y Brahms, nacido en Hamburgo, eran alemanes,
sino que también lo fueron Mendelssohn, Schumann, Wagner o Mahler. Es
decir, la mayoría de los grandes músicos del siglo, y por tanto de la música
clásica, fueron alemanes. Una buena parte de los físicos que Planck conoció
tocaban, y muy bien, algún instrumento. Einstein tocaba el violín y el piano.
Heisenberg era un reputado pianista. Paul Ehrenfest (1880-1933), físico neer-
landés de origen austríaco que mantuvo una estrecha amistad con Albert
Einstein, tocaba el piano. Él y Einstein gustaban de interpretar juntos sonatas
de Brahms. Planck perteneció al coro de su universidad y compuso algunas
canciones. Incluso llegó a componer una opereta titulada Liebe im Walde
(El amor en el bosque). También focaba el órgano en los servicios religiosos
de la universidad. Y además tocaba el piano y el violonchelo, tenía dotes de
compositor y, como hemos visto, vivía en un país en el que la música brillaba
como nunca lo ha vuelto a hacer en ningún sitio. La música no dejó nunca de
formar parte del mundo de Planck. A poco de llegar él a Berlín, el Instituto
Imperial de Física Teórica recibió un gran armonio que había sido construido
especialmente por encargo del ministerio. Sobre Planck recayó la responsa-
bilidad de probar el armonio y evaluar sus calidades musicales, en especial
su adecuación para el acompañamiento a la música vocal, una anécdota que
habla bien a las claras de la profundidad de sus conocimientos musicales.
Planck y Meitner siguieron estando siempre muy unidos; de
hecho, Planck la persuadió para permanecer en su puesto a pesar
de las leyes racistas de los nazis. Meitner aguantó hasta 1938 y
entonces tuvo que exiliarse, no sin riesgo para su persona ya que,
para entonces, marcharse se había convertido en una tarea muy
complicada. De no haber sido por Planck, a buen seguro que
Meitner se hubiera exiliado unos años antes.
Otro ejemplo de las actividades de Planck para captar talentos
para la ciencia alemana es el misnúsimo Einstein. Nada más leer los
artículos que Einstein publicó en 1905 acerca de, entre otros, el
efecto fotoeléctrico y la relatividad restringida, Planck prestó sun1a
EL NACIMIENTO DEL CUANTO DE ENERGÍA 77