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y gracias al estadounidense Theodore W. Richards (1868-1928) se
llegó a rozar casi la perfección, pues obtuvo más de cuatro deci-
males exactos en los pesos atómicos de más de 25 elementos, y
por ello recibió el premio Nobel de Química en 1914.
Sin embargo, una cuestión no precisamente baladí perma-
necía latente: ¿dónde están los átomos? Y esta pregunta funda-
mental lleva otras asociadas: ¿qué forma tienen?, ¿son realmente
indivisibles, como postuló John Dalton en 1808?, ¿podrían llegar
a verse algún día?, ¿qué mecanismos los mantienen unidos, y cuá-
les producen sus asociaciones en moléculas? A lo largo de todo
el siglo xrx, y aunque ya la mayoría de los científicos -no todos,
como veremos ahora- realizaban con éxito sus investigaciones
adoptando el sistema atómico con sus definiciones de moléculas
y átomos, nadie pudo ap01tar prueba alguna convincente de la
existencia de ambas entidades. Simplemente, funcionaban. En
el ámbito de la química, casi todo se podía explicar con átomos.
Todo, siempre y cuando el átomo fuera la partícula última. Pero,
¿cómo encontrarlos «físican1ente»?
OPOSICIÓN A LA TEORÍA ATÓMICA
La más fuerte oposición a la existencia atómica surgió en Alema-
nia y su zona de influencia, en la que se encontraban Austria y
los países bálticos. Tal vez porque allí los científicos aunaban sus
investigaciones en física y química con sus estudios en humani-
dades, principalmente filosofía. El atomismo había nacido como
una hipótesis lógica en la antigua Grecia, y había tomado cuerpo
experimental en Mánchester con John Dalton. Pero, a pesar de ser
«conceptos útiles», los átomos no existían para ellos.
El más crítico entre los opositores a la teoría atómica po-
siblemente fue el austríaco Ernst Mach. En el primer capítulo
mencionamos a Mach como tutor del genial físico teórico Lud-
wig Boltzmann, que habría basado sus trabajos - sobre todo
en el campo de la mecánica estadística- en la suposición de
la existencia real de los átomos. Tanto Boltzmann, como el es-
EL LEGADO DE DAL TON. LA EXPLOSIÓN ATÓMICA DEL SIGLO XX 117