Page 47 - 23 Dalton
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nos, a los que había que sumar los que podían costearse clases
particulares. En la modesta publicidad que los hermanos Dalton
repartían, podía leerse:
Los alumnos serán cuidadosamente instruidos en inglés, latín, griego
y francés, así como también en escritura, aritmética, contabilidad y
matemáticas, pudiendo alojarse en la propia residencia de los maes-
tros a un precio asequible ...
El incansable John Dalton añadió a todos estos quehaceres
una serie de conferencias o charlas públicas en Kendal sobre
temas tan variados como la mecánica, la óptica, la neumática o la
astronomía, ayudado de los útiles de la escuela que, poco a poco,
fue adquiriendo gracias a las escasas ganancias que obtenían. Esta
era una práctica habitual entre los cuáqueros más preparados, y el
propio Dalton asistió a numerosos seminarios impartidos por co-
rreligionarios de paso por la acogedora ciudad. Su saber también
iba en aumento, a la par que su curiosidad.
La aventura docente de John Dalton en Kendal duraría varios
años, los mismos que tardó en fallecer su padre. Con la muerte
de este, su hermano Jonathan volvió a Eaglesfield para hacerse
cargo de la herencia fanilliar. Esta marcha supuso un alivio para
ambos hermanos. Jonathan había adquirido una pésima reputa-
ción entre los estudiantes por la violencia de sus métodos de en-
señanza -curiosamente, respaldado por el estricto predicamento
cuáquero-, mientras que John aspiraba a bastante más de lo que
la pequeña ciudad de Kendal podía ofrecerle. Y nuevas y culti-
vadas amistades no le faltaban. Por ejemplo, la de John Banks,
de cuyas clases Dalton había quedado vivamente impresionado.
O del extraordinario John Gough (1757-1825), un científico na-
tural diez años mayor que Dalton, ciego desde su infancia como
consecuencia de la viruela, pero que, a pesar de su completa ce-
guera, era, a los ojos del resto de la comunidad y del mismo John
Dalton, un genio, un maestro tanto en las lenguas clásicas -latín
y griego- como en las modernas -francés o español-, además
de un notable matemático, astrónomo, químico y botánico, tanto
que Dalton anotaría con admiración sobre él:
LOS DIFÍCILES PRIMEROS AÑOS 47