Page 110 - 10 Galileo
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carta escrita a su amigo Sarpi, datada en el citado año, afirma lo
                     siguiente:


                         Repensando acerca de las cuestiones del movimiento, [ .. ] demues-
                                                                       .
                         tro luego el resto, esto es, que los espacios recorridos por el movi-
                         miento natural están en proporción doble de los tiempos[ ... ].

                         Galileo crea ya aquí una coITelación entre el espacio reconido
                     y el cuadrado del tiempo.
                         En el segundo libro que constituye los Discursos,  establece
                     de nuevo correctamente que la velocidad se incrementa en pro-
                     porción al tiempo en el caso de movimientos de caída naturales.
                     Lo enuncia de este modo:

                         Llamo movimiento igualmente o uniformemente acelerado a aquel
                         que, a partir del reposo, va adquiriendo incrementos iguales de ve-
                         locidad durante intervalos iguales de tiempo.

                         Si expresamos esta formulación con la notación actual, donde
                     v representa la velocidad, a la aceleración y t el tiempo, tenemos
                     lo siguiente:
                                               V= a· t.

                         En el caso de que la velocidad inicial fuera distinta de cero,
                     habría que añadir una nueva variable, v ,  a la expresión anterior.
                                                         0
                         Galileo  prescinde  en  todo  momento  de  la resistencia del
                     medio para llegar a establecer esta relación. También explica al-
                     gunos de los razonamientos que le condujeron a esta conclusión
                     (lo que demostraría que, además de los experimentos, Galileo se
                     apoyaba en finas reflexiones):

                         Cuando yo observo que una piedra al descender de una altura, par-
                         tiendo del reposo, adquiere continuamente nuevos incrementos de
                         velocidad, ¿por qué no he de creer que tales aditan1entos se efectúan
                         según el modo más sin1ple y obvio para todos? Porque, si observamos
                         con atención, ningún aditamento, ningún incremento hallaremos más
                         simple que aquel que se sobreañade siempre del mismo modo.






          110        EL NACIMIENTO DE  LA FÍSICA MODERNA
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