Page 32 - 17 Laplace
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No  obstante, en 1772, pese a las publicaciones y los elogios
                     constantes, Laplace seguía sin lograr el acceso a la Academia de
                     Ciencias. Frustrado y algo desesperado, pensó en emigrar a Prusia
                     o Rusia emulando a Lagrange y Euler.
                         Tras postularse reiteradamente para ingresar en la Acade-
                     mia, por fin ganó un puesto en la sección de mecánica en marzo
                     de 1773. El día 31, tras haberse presentado el día anterior a una
                     plaza en geometría, sin éxito, se presentó a otra en mecánica, a la
                     que  también concurrían Gaspard Monge  (1746-1818)  y  Adrien
                     Marie Legendre (1752-1833). Pero esta vez la suerte estuvo de su
                     lado y, tras tres largos años de perseverar, se convirtió en miem-
                     bro de pleno derecho de la Academia.
                         La alegría de nuestro protagonista y, por extensión, de su pa-
                     drino, D'Alembert, tuvo que ser enorme. El ambicioso sueño ape-
                     nas  vislumbrado  al  ponerse  en  marcha  hacia  París  se  había
                     cumplido con creces.








































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