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tocar tríos para piano, violín y violonchelo con su padre. La mú-
       sica formaba parte de la vida cotidiana: ejercicios o interpretacio-
       nes con diversos instrumentos, canciones de un solista o un coro
       familiar .. . Una de las hijas decía que en su niñez siempre se dor-
       mía arrullada por las escalas y ejercicios de su padre al piano.
           La música era un contacto con lo trascendente, como ilustran
       los siguientes comentarios. En 1924, desde Copenhague, escribía
       a sus padres:


           Es realmente imposible vivir sin música. A veces, cuando la oímos,
           llegamos a la absurda idea de que la vida puede tener sentido.

           Al final de sus memorias evoca una ocasión en la que escuchó
       a un anugo y a sus hijos mayores tocar en casa un trío para cuerda:


           A medida que lo escuchaba me reafirmé en la convicción de que,
           considerando el tiempo a escala humana, siempre seguirán adelante
           la vida, la música y la ciencia, aunque nosotros solo cooperemos por
           poco tiempo en ese avance, en el que somos a la vez, en palabras de
           Niels, espectadores y actores del gran drama de la vida.




       EL LEGADO DE  HEISENBERG


       Como punto final, volvan10s a las dos cuestiones suscitadas en la
       introducción, pero planteadas de manera más general: ¿Cuál es el
       legado científico de Heisenberg? ¿Qué hay que pensar de su parti-
       cipación en el programa nuclear nazi? Ya se han detallado esas
       cuestiones, y ahora vamos a hacer una recapitulación.
           Empecemos por la segunda cuestión. Sus conceptos sociales
       y políticos se forjaron  durante su infancia y adolescencia.  Las
       ideas de su familia, la Primera Guerra Mundial y la dura posgue-
       rra, la fallida República Soviética de Baviera, el movimiento juve-
       nil de los exploradores ... fueron las experiencias cruciales en las
       que se formó su nacionalismo y su actitud ante su país, del que «se
       sentía parte y responsable» al mismo tiempo, como escribió su





                                          HOMBRE PÚBLICO, HOMBRE PRIVADO   167
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