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intuición de Fermi se avanzó a los resultados experimentales que
se obtendrian después, y al descubrimiento del quark.
Mientras tanto, Fermi continuaba siendo reconocido en Esta-
dos Unidos por su labor: en 194 7 recibió la medalla Franklin por
sus contribuciones científicas.
EL MÉTODO DE MONTECARLO Y EL FERMIAC
En febrero de 1946 se presentó al público la computadora electró-
nica de propósito general ENIAC (Electronic Numerical Integrator
And Computer), diseñada por John Mauchly y Presper Eckert en
la Universidad de Pensilvania. Su tamaño impresionaba: ocupaba
167 m y pesaba más de 27 toneladas, todo para efectuar unas 5 000
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sumas y 300 productos por segundo. La ENIAC se inició en 1943
como un proyecto militar más de la Segunda Guerra Mundial, el lla-
mado «Proyecto PX», en principio pensado para cálculos balísticos.
Pero el tesón y el interés de Von Neumann hizo que el primer test
de la ENIAC fuese el cálculo de la explosión de la bomba atómica,
en Los Álamos. Y fue entonces cuando Fermi programó buena parte
de los primeros algoritmos de aquella descomunal máquina. Fermi
sabía que el futuro de la física pasaba por ceder a las máquinas las
tareas más arduas de cálculo. Él trabajaba normalmente con una
calculadora Marchant, de aspecto y funcionalidad más parecida a
una caja registradora que a un ordenador.
Mientras la ENIAC era trasladada en 194 7 a su ubicación per-
manente en el Laboratorio de Estudios Balísticos de Maryland y
temporalmente los científicos se quedaban sin computadora, Fermi
no dudó en diseñar una manejable máquina analógica, a la que se
bautizó jocosamente en su honor como FERMIAC, para que le ayu-
dase a estudiar la difusión de neutrones en diversos materiales fisi-
bles. El FERMIAC aplicaba el método de Montecarlo, y seguía una
idea que Fermi había gestado con Von Neumann y Ulam.
La capacidad inventiva de Fermi no tenía límite. Aunque había
quedado prendado de la capacidad y posibilidades de la ENIAC,
su tamaño le abrumaba. Pensó que combinando algún elemento
LA PARADOJA DE FERMI 129