Page 132 - 26 Fermi
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para que construyera el FERMIAC, un pequeño mecanismo que
había ideado como una herramienta de cálculo analógico que sería
capaz de representar la genealogía de los neutrones en el plano,
generando el lugar de la «siguiente colisión» de forma automática.
El FERMIAC permitía preseleccionar neutrones rápidos o lentos,
la dirección del movimiento, la distancia a la siguiente colisión, y
especificar las características geométricas y físicas básicas del ma-
terial en el que se dispersaban los neutrones. Sus rodillos estaban
diseñados para poderse utilizar sobre un plano a escala del reac-
tor nuclear que se estudiase, y así dibujar sobre él la trayectoria
simulada de los neutrones. Se utilizó con éxito durante casi dos
años para estimar el comportamiento de los neutrones en diversos
dispositivos nucleares.
Si Fermi siguió visitando Los Álamos, habitualmente en ve-
rano, ya acabada la guerra, fue entre otros motivos para seguir de
primera mano la evolución de la computación y de los métodos
numéricos que se iban desarrollando allí y que sabía formarían
parte esencial de la física moderna.
EL MAESTRO FERMI
El FERMIAC sintetizaba la transición del mundo analógico car-
tesiano al digital de la ENIAC, y condensaba el pensamiento y
la metodología de Fermi: se trataba de una máquina sencilla que
posibilitaba complejas predicciones y ahorraba cientos de horas
de cálculo. Fermi era capaz de efectuar buenas estimaciones y
cálculos simplificados, de forma rápida, de problemas de resolu-
ción muy larga o complicada, o de los que se tenían muy pocos
datos. Su método se empezó a llamar en su honor «estimación de
Fermi», y los problemas así resueltos «problemas de Fermi», ya
que insistía en que a menudo para resolver un problema la clave es
reformularlo de otra manera, es decir, crear un problema de Fermi
atacable de forma directa y simple. Además, el físico italiano no
se retraía a la hora de crear instrumentos que le permitiesen con-
seguirlo, como un gran ingeniero.
132 LA PARADOJA DE FERMI