Page 132 - 15 Arquimedes
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Habida  cuenta  de  la  gran
                                0               probabilidad de  la existencia de
                                                Catóptrica,  se presenta como la
                                                posible fuente  de  la leyenda del
                                                rayo de calor.
                                                    Según hemos visto Arquíme-
                                                des  realizaba  experimentos  de
                                                todo tipo para poder llegar a sus
                                                conclusiones teóricas.  Por tanto,
                                                Catóptrica podría ser un libro de
                                                óptica  eminentemente  matemá-
                                                tico cuyos resultados dejarían en-
                                                trever algún tipo de experimento.
                                                Tal vez sus amigos o las personas
                                                de  su entorno conociesen estos
                                                experimentos que con el paso de
                                                los años serían el origen de la le-
                                                yenda.




                    LA GARRA DE ARQUÍMEDES

                    Entre todos los artefactos usados por Arquímedes en la defensa
                    de Siracusa, el más destacado tal vez sea la garra de Arquíme-
                    des, también conocido como manusferrea («mano de hierro»).
                    Su  existencia  es  muy probable,  pues  grandes  historiadores
                    como Polibio y Tito Livio la explican, aunque no hay acuerdo
                   sobre su verdadera estructura. Lo  que sí es seguro es que se
                   trataba de algún tipo de grúa con un enorme gancho metálico
                    que  conseguía levantar las naves  romanas para su posterior
                   hundimiento.
                       En líneas generales, el mecanismo consistía en una polea o
                   un polispasto que era accionado por la fuerza animal o de varios
                   hombres (véase la figura de la página siguiente). Se dejaba caer
                   un gancho a modo de ancla que se asía al casco del barco; una vez
                   sujeto, la fuerza motora actuaba levantando el barco. Ese movi-






        132        EL INGENIERO DE LA GUERRA
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