Page 136 - Mucho antes de ser mujer
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Mucho antes de ser mujer

            pación en mi creación. ¿Recuerdas algo de eso? —le pregunté a mi
            supuesto padre.
                 Pude notar en su expresión que aquella implicación no le re-
            sultaba nada extraña y que había despertado su interés por conocer
            los detalles. A partir de aquel momento la idea de llevar a cabo
            su plan para impedir que pudiésemos delatarle paso a un segundo
            plano y su atención se centró en la información que pudiese dar
            veracidad a mi aseveración inicial.
                 —Llevaros a esos dos y dejadme con esta chica —ordenó a sus
            hombres.
                 Una vez hubimos quedado a solas me invitó a sentarme ante
            él; su gesto y su comportamiento se habían tornado mucho más
            moderados y ya no se dirigió a mí de forma autoritaria, incluso me
            pareció que su proceder era el de una persona arrepentida.
                 —¿Es cierto lo que acabas de decir o alguien te ha hablado de
            mí anteriormente? —me preguntó dubitativo.
                 —Es verdad, me llamo Ana Bremon y mi madre se llamaba
            Isabel.
                 —¿Se llamaba?, ¿es que ya no se llama?
                 —Ella murió hace poco.
                 —¿Te ha contado ella todo lo ocurrido?
                 —No, ella nunca ha querido contarme nada sobre su relación
            contigo, siempre me decía que mi padre se había tenido que mar-
            char por asuntos de trabajo y que algún día volvería; no fue hasta
            que me quedé a vivir con mis tíos cuando me enteré de la verdad,
            me lo contó Tía Carmen cuando se hizo cargo de mi tutela.
                 —Te seré sincero. Durante todos estos años he pensado en ti,
            aunque no lo creas siempre he deseado poder conocerte, pero las
            circunstancias no han sido nunca las adecuadas. Como puedes ver,
            mi vida no es un ejemplo de honradez y la relación con tu madre
            era muy complicada. En realidad nunca estuvimos realmente ena-
            morados, ella era una chica joven y muy guapa y yo también era
            joven, pero mi  vida nunca ha sido compatible con tener hijos, y


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