Page 141 - Mucho antes de ser mujer
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José Manuel Bermúdez
rán conmigo, no hay razón para que os busquen aquí. Nos hemos
deshecho ya de todos vuestros objetos personales y en esta ciudad
yo no soy más que un hombre de negocios con buenos contactos,
no hay razón para que os relacionen conmigo.
Prácticamente convencidos e incapaces de vislumbrar una me-
jor opción, aceptamos la propuesta de Bremon, aún sin conocer
cuál sería nuestra misión a su servicio.
—Ahora que hemos aclarado vuestro futuro vamos a comer,
tiempo tendremos de organizarnos para que esta nueva familia se
convierta en ejemplo de convivencia. Aquel hombre parecía con-
vencido de que nuestra relación paterno-filial llegaría a normalizar-
se; pero mi desprecio hacia su personalidad no perdía aún un ápice
de intensidad.
Almorzamos los cuatro en un gran comedor ubicado en la
planta baja de la mansión; durante la comida Bremon no para-
ba de hablar, nos hizo un montón de preguntas interesándose por
nuestra vida; dirigiéndose principalmente a mí. Yo respondía con
monosílabos y movimientos de cabeza, me resultaba extremada-
mente incómodo mantener una conversación con aquel elemen-
to que pretendía convertirse en mi padre mediante el chantaje y
el inmoral aprovechamiento de un desgraciado incidente. Finali-
zado el almuerzo, Carlos, su mano derecha, y su compañero nos
acompañaron a lo que serían nuestras habitaciones; pero a pesar
del acuerdo al que habíamos llegado cerraron los cuartos con llave
dejándonos encerrados, estaba claro que no se fiaban de nosotros.
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