Page 147 - Mucho antes de ser mujer
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José Manuel Bermúdez

            hacerme con su favor y evitaría así permanecer bajo la autoridad de
            mi ascendiente.
                 —¿Cómo puedes mentir con tanto cinismo?, tú dejaste a mi
            madre abandonada cuando yo nací y nunca has querido conocer-
            me, ni siquiera te has preocupado por saber de nosotras.
                 —¿Es verdad lo que dice Ana? —le preguntó Susana.
                 Él optó por callar, ni siquiera supo cómo negarlo; su respuesta
            se limitó a una fulminante mirada directamente a mis ojos, aquella
            expresión llegó a asustarme hasta el punto que decidí no volver a
            dirigirme a él en aquel tono, pero Susana insistió sobre el tema.
                 —¿No respondes?, ¿quiere decir eso que es verdad lo que ella
            dice?
                 Acosado por la insistencia de la mujer terminó reconociendo
            los hechos. Utilizando toda su imaginación se disculpó con rebus-
            cadas excusas para moderar en lo posible todo el desprecio que su
            joven compañera pudiese llegar a sentir ante tan despreciable com-
            portamiento. Yo no volví a decir nada a pesar de las preguntas de
            Susana, tan sólo algún monosílabo y gestos ambiguos para salir del
            paso sin molestar más a Bremon. La forma en que me había mira-
            do antes me hizo replantearme la estrategia que había pensado, era
            muy posible que no hubiese estado muy acertada en mi diagnóstico
            sobre la personalidad de aquel tipo.
                 Susana le reprochó abiertamente su deshonroso pasado, mos-
            trándole sin reparos la decepción que para ella suponía el haber
            conocido su infame comportamiento con su antigua pareja y su
            propia hija.
                 —Rodrigo, no te creí capaz de cometer tal vileza. Si hubiese
            conocido esa parte de tu vida jamás habríamos llegado a lo que
            hemos llegado —le dijo Susana en clara referencia a su, más que
            evidente, relación sentimental.
                 —Las cosas no son tan sencillas como parecen, yo era también
            muy joven y tuve miedo a asumir compromisos de esa índole, re-
            conozco que pude haberme interesado más por ellas; pero las cosas


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