Page 48 - Mucho antes de ser mujer
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Mucho antes de ser mujer
En ese momento ya mis ojos estaban bañados en lágrimas, ha-
bía querido conocer la verdad y ésta me superaba, sentí un inmenso
dolor al comprobar lo bajo que había llegado a caer la mujer que
me diera la vida, pero seguía haciéndome preguntas; ¿por qué había
entonces llamado el día anterior?, no lo había hecho con la inten-
ción de pedirle nada a mis tíos y se había empeñado en hablar con-
migo. ¿Qué le habría dicho a Tía Carmen para que esta accediese a
que lo hiciese? Lo sucedido no me encajaba con lo que Tía Carmen
acababa de contarme; por alguna razón se había saltado su promesa
y el hecho de que su tía no le hubiese impedido hablar conmigo
tenía que tener alguna explicación, y me temía que ésta podría ser
muy desagradable.
—Por favor tía, dime la verdad, ¿por qué razón mi madre qui-
so despedirse de mí después de tantos años?
Pude apreciar cómo el rostro de mi tía comenzaba a desenca-
jarse, sus ojos se tornaron vidriosos y, tragando saliva con dificul-
tad, me respondió entre sollozos con una frase corta y demoledora:
—Tu madre se está muriendo.
Sentí como un latigazo en mi interior; una opresión incontro-
lable que me dejaba sin aliento. Durante un buen rato fui incapaz
de articular palabra, tan sólo miraba a Tía Carmen con los ojos
muy abiertos mientras un escalofrío recorría todo mi cuerpo, desde
el estómago hasta mi cabeza. Estuve a punto de desmayarme pero,
finalmente, liberé aquella enorme tensión con un grito desgarrador.
Mi llanto se tornó aún más intenso, mientras mi tía, sumergi-
da también en el dolor, me abrazaba intentando hacer más llevade-
ra mi pena. A pesar de los malos momentos que había pasado con
ella y de haber estado tanto tiempo separadas, era mi madre y me
abrumaba enormemente pensar que la perdería para siempre. No
podía comprenderlo; ¡pero si hacía tan sólo unas horas que había
hablado con ella!
—¿Qué es lo que le ocurre, por qué se va a morir?, ¿tú ya lo
sabías?
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