Page 47 - Mucho antes de ser mujer
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José Manuel Bermúdez

                 —Sí, lo sé; pero su forma de hablarme ayer me ha dejado
            preocupada. ¿Por qué me dijo que no volveríamos a vernos ni a
            hablar?, además estaba llorando.
                 —Tu madre ha llevado una vida muy complicada, jamás se ha
            cuidado y ha maltratado mucho su cuerpo. No era cierto que se hu-
            biese ido de viaje al extranjero, en realidad ella estaba en la cárcel,
            creo que ya te lo imaginabas.
                 —Siempre supe que lo del viaje no era cierto, no soy tonta.
                 —Pues hace ya tres años que abandonó la cárcel, pero nunca
            he querido decirte nada porque no deseaba que pasases otra vez por
            el mismo trance.
                 —¿Y por qué nunca ha vuelto conmigo si ya no seguía en la
            cárcel?
                 —Ella no quería hacerte daño, no quería que la vieses otra vez
            en aquellas condiciones, por eso prefirió no volver a verte.
                 —Yo sé que su vida ha sido una calamidad, pero estoy segura
            de que siempre me ha querido y no me creo que renunciase tan
            fácilmente a tenerme otra vez con ella. Pienso que no me dices toda
            la verdad; por favor, quiero saber lo que ha ocurrido.
                 —Está bien, eres ya lo suficientemente grande para conocer la
            realidad de todo cuanto ha ocurrido. Tu madre nunca ha cambiado
            de vida, al contrario, en la cárcel se mezcló con otras mujeres que la
            llevaron a meterse más aún en la miseria de la droga. Cuando salió
            me llamó para decirme que quería volver a estar contigo, decidimos
            negarnos, pero no quisimos contarte nada, temíamos que volviese
            a ocurrir lo mismo que la otra vez; entonces lo hablamos con tu tío
            Enrique. Ella estaba en muy mala situación económica y le ofrecimos
            dinero a cambio de que renunciase a ti. Nos costó mucho convencer-
            la, es cierto que ella te quiere muchísimo, pero finalmente terminó
            dándose cuenta de que te haría más daño si no se apartaba defini-
            tivamente. Le dimos 10.000 euros para que pudiese salir adelante
            con la condición de que abandonase la ciudad y se olvidase de todos
            nosotros, desde entonces no hemos vuelto a saber de ella, hasta ayer.


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