Page 121 - De la luz a las tinieblas
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Al girarse Gosún, sus dos indómitos perseguidores habían
desaparecido ya en la oscuridad.
Gosún, tranquilizo a su acompañante, emitiendo suaves
gruñidos mientras gesticulaba, como si quisiese inculcar a
Garan la seguridad que les proporcionaba el grupo. A pesar
de no advertir el incierto peligro, apuraron el paso, para
acercarse aún más a quienes les precedían, formando con
ellos un apretado conjunto.
Dalman, que marchaba delante de los dos góronas, se dio
cuenta de la actitud de estos, y puso a Orgán al tanto de su
inquietud.
—Oye, algo han visto estos dos. Los noto asustados e
intranquilos, pregúntales ¿qué ocurre?
Orgán era quien mejor se entendía con ellos. Se acercó a
Gosún para interesarse por lo ocurrido. El górona le explico,
cómo mejor pudo, lo que Garan le había expresado
anteriormente.
Al viejo le incomodó la situación. Inmediatamente, situó
a las dos criaturas en medio de los cuatro, y les trasladó a los
demás lo ocurrido.
—Nos están siguiendo unos salvajes, probablemente los
mismos que estuvieron rondando el campamento mientras
descansábamos. Está claro que vienen a por estos dos —dijo
señalando a sus dos inseparables servidores—. Tenemos que
estar muy atentos, son muy rápidos y fuertes. No nos atacarán
a nosotros, pero aprovecharán al menor descuido para
abalanzarse sobre alguno de ellos.
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