Page 123 - De la luz a las tinieblas
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árboles. Esto los hacía mucho más vulnerables, y les restaba
capacidad para vigilar los alrededores.
Sabiéndose acosados, y en tan complicado terreno, les
resultaría muy difícil conciliar el sueño. Pero necesitaban
descansar para poder continuar su marcha. Andrés se planteó
la necesidad de idear una defensa efectiva. Debían impedir
que los sorprendiesen durmiendo. Uno o dos vigías no
cubrirían todos los ángulos desde los cuales podrían ser
abordados. Necesitaban montar algún sistema que los
previniese de cualquier inesperada acometida.
—Orgán, vamos a cortar ramas y lianas para construir una
fortificación. Vosotros recolectad piedras, todas cuantas
podáis —le dijo a Dalman, quien se afanó en su cometido
ayudado por Gosún.
El viejo Alterio se quedó con Garan, guardando las
provisiones.
Preparar adecuadamente la salvaguardia les llevaría un
buen rato. Pero, si querían dormir con cierta tranquilidad, no
tenían más remedio que reforzar en lo posible su seguridad.
Una vez reunidos los materiales que necesitarían,
pusieron todo su empeño en ejecutar su plan. Utilizando los
machetes afilaron unas ramas, y las fueron clavando en la
tierra, tumbadas hacia el exterior. Unieron las mismas con las
lianas, dando varias pasadas a distintas alturas hasta crear una
tupida cerca. Sobre sus cabezas, sujetando varas en los
árboles y uniéndolas también con lianas, montaron una
plataforma, lo suficientemente alta como para permitirles
moverse con facilidad debajo de ella. Cruzando la
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