Page 68 - De la luz a las tinieblas
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—Pues yo lo tengo decidido. Si finalmente he de caer en
manos del guardián, prefiero que sea lo antes posible. Pero
no me entregaré sin más, intentaré escapar de este averno
como sea.
—Tú sabrás lo que deseas. Nosotros no podemos
ayudarte. Tan solo podemos desearte suerte. Ojalá lo
consigas.
—No os comprendo ¿Qué tenéis que perder? ¿Acaso no
deseáis salir de aquí?
—Claro que desearíamos salir de aquí, pero somos
realistas. Sinceramente, nos da miedo aventurarnos ahí
afuera. Si no encontrásemos la manera de salir, que es lo más
probable, nos habremos sometido a un inútil padecimiento,
para terminar esclavizados en el castillo del fuego. Puedes
estar seguro de que, si pudiésemos morir, hace tiempo que lo
habríamos intentado. Mientras permanezcamos aquí, nuestro
peor sufrimiento es el aburrimiento. Y lo llevamos bastante
bien —le respondió Orgán.
En cierto modo, el argumento planteado por Orgán tenía
mucho peso. Tampoco a él le gustaba la idea de padecer
hambre y sed, vagando sin destino por las infinitas sombras.
Sin posibilidad de librarse nunca de tan penoso futuro.
Pero, ¿por qué estaban tan seguros de que no habría
comida ni agua fuera de aquel recinto? Si jamás lo habían
intentado, no podían estar convencidos de que así fuese. Ante
la duda, la pregunta era evidente.
—¿Cómo podéis saber que solo aquí hay agua y comida,
si nunca habéis salido?
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