Page 65 - De la luz a las tinieblas
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—No lo sabemos. Nadie lo sabe. Se rumorea que más allá
          del bosque, en el confín de las tinieblas, tiene su palacio de
          fuego. Que allí los encierra, convirtiéndolos para siempre en
          sus esclavos. Pero solo son rumores, en realidad nadie está

          seguro del destino que les espera a los elegidos.
              —¿Qué  aspecto  tiene  ese  guardián,  es  humano  como
          nosotros?
              —Ojalá  lo  fuese.  Nadie  conoce  su  verdadero  aspecto.
          Podría tratarse del mismo demonio. De hecho, muchos así lo
          creen.
              —No me extraña, esto es lo más parecido al infierno que
          he conocido hasta el momento.
              —Tienes  razón,  esto  es  un  verdadero  infierno.  Pero  la
          eterna  esclavitud,  al  servicio  del  guardián,  se  me  antoja
          infinitamente peor.
              —¿Cuándo llegasteis vosotros a este lugar ya era todo
          igual  que  ahora?  ¿No  existía  la  luz  ni  los  sonidos  de  la
          naturaleza, tal como los conocíais?

              —Así  es,  en  todo  este  tiempo  no  ha  cambiado
          absolutamente nada. Esta penumbra es eterna. Hay quienes
          piensan que en algún momento todo puede revertirse, que
          aparecerá  de  nuevo  el  sol  y  podremos  regresar  a  nuestro
          hogar.  Pero  solo  los  más  jóvenes  especulan  con  esa
          posibilidad. Nosotros, los que ya llevamos aquí un periodo
          incalculable de tiempo, hemos asumido que nada volverá a
          ser como antes. Tan solo nos queda esperar hasta el día que
          el guardián decida llevarnos. Aquí nadie se muere nunca. No
          se envejece, no transcurre el tiempo, solo se está. Esto solo
          termina cuando los cazadores vienen a buscarte.



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