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Muros. Historia viva
estaba construyendo en Muros era el Hospital para pobres, y debido a la relación,
tanto en nombres como en parentesco, de sus impulsores, mucha gente asumió
que don Diego había querido hacer en Muros el Colegio Mayor de Salamanca.
De esta errónea leyenda surgió el famoso dicho muradano, «Ya que en Muros
no me quieren a Salamanca me voy». Sí, en cambio, fue fundador junto a su tío
Diego de Muros II a y Gómez de Marzóa del Estudio Viejo de Santiago, origen
de la actual universidad.
En recuerdo a este insigne hijo de nuestra Villa , la rama masculina del co-
legio Mayor Santa Cruz de Valladolid creó, a través de sus estatutos, en 1987 el
premio «Diego de Muros», para distinguir al residente que más haya destacado
por su participación en la vida colegial. Don Diego de Muros III falleció el 18
de agosto de 1525.
Doctor Juan Fray de Muros
Se cree que este personaje nació en Muros en 1395 y falleció en 1444. Este
fraile muradano fue predicador y misionero. Poco más se conoce de su vida,
aparte de algunos datos sobre las herencias recibidas a su muerte por la Villa.
Don Pedro de Muros
Este personaje, sin ser familiar de los Diego de Muros, aparece con el mismo
apellido. Fue Cardenal Canónico de la Iglesia del Apóstol. Pedro de Muros nació
en el 1476, siendo, por lo tanto, contemporáneo de los tres Diego. Este religioso
muradano es citado una gran cantidad de veces durante el oficio del prelado de
don Alonso I de Fonseca como Cardenal de Santiago. El 21 de julio de 1466,
junto con otros religiosos, fue apresado, por orden de la madre del prelado y su
hijo Luis de Acevedo, cuando estaban reunidos en la torre nueva de la iglesia
tratando asuntos referentes a comunidad eclesiástica Compostelana.
Fray Juan de Muros
Este otro insigne personaje, se dice que tomó los hábitos como franciscano en
el convento de Louro el año 1550, y que pasó allí su noviciado. En el año 1610
estuvo de religioso en el convento de San Lorenzo, en Santiago, donde dicen que
se le oía predicar y se le veneraba como un enviado del Cielo. Fue Vicario del
Monasterio de las Clarisas Descalzas de Gandía y vicario provincial. Estando
Fray Juan de guardián de la recolección en el convento de Villalón, disfrutó de
un gran prestigio, siendo considerado un hombre de grandes virtudes y sabidu-
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