Page 107 - El toque de Midas
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obtener ganancias como resultado.
        Yo inicié mi negocio de carteras de nylon y velcro para surfistas a pesar de que sabía que las
  probabilidades de fracasar eran muy altas. Lo hice porque no conocía una manera mejor de aprender

  a lidiar con muchas personas a la vez, varias de las cuales eran muy egocéntricas porque ya gozaban
  de algunos logros en ese entonces. Tenía la corazonada de que, si me apegaba al proceso, aceptando
  lo bueno y lo malo, y si aprendía y crecía en lugar de vengarme, podría convertirme en un socio
  digno.  Hasta  la  fecha  sigo  trabajando  en  ello  porque,  sencillamente,  me falta mucho por entender

  todavía. El proceso para tratar con distintos tipos de personas no tiene fin, por eso sé que siempre
  puedo practicar más. La buena noticia es que, a medida que voy mejorando en las relaciones y en mi
  habilidad para unirme a buenos socios, más feliz soy y más aumenta mi fortuna.
        Creo que el dedo anular es el más importante de los cinco que conforman el toque de Midas

  porque,  si  aprendes  a  ser  un  buen  socio,  llegarás  a  conocer  gente  increíble  con  la  que  jamás  te
  habrías topado si no hubieras decidido recorrer el difícil camino de la vida empresarial.
        Recuerda que no se pueden hacer buenos negocios con socios malos. Asimismo, si te conviertes
  en un socio bueno y digno, descubrirás que el mundo está lleno de grandes oportunidades y gente con

  quien trabajar.


  Una última reflexión

  Hace  algunos  años  entré  a  la  oficina  de  Donald  mientras  él  terminaba  de  hacer  una  llamada
  telefónica.
        —¿Y  son  gente  buena?  —preguntó  a  la  persona  con  que  hablaba—.  No  me  importa  qué  tan

  atractivo sea el negocio, ya tengo muchos proyectos de ese tipo; lo que quiero saber es si voy a tratar
  con gente digna.
        Después de escuchar la respuesta de su interlocutor, Donald dijo:
        —Me da gusto oír eso. Si son confiables, entonces sí quiero participar. —Luego colgó, me miró

  y dijo—: A nuestra edad no tenemos tiempo de hacer negocios con gente indigna. Ya no necesitamos
  el dinero y tampoco podemos detenernos. Además, los negocios ya son suficientemente complejos.
  ¿Por  qué  habríamos  de  relacionarnos  con  truhanes?  Es  más  divertido  trabajar  con  personas
  confiables.

        Entonces me preguntó:
        —¿Y en qué proyecto nos vamos a involucrar ahora? Divirtámonos y hagamos algo de dinero de
  paso.



  Las relaciones sólidas son la clave

  Donald Trump



  A través de mi carrera he tenido miles de relaciones de negocios y, gracias a eso, he aprendido que
  las relaciones la reputación son dos asuntos fuertemente vinculados.
        A veces pueden pasar años antes de que logres detectar si alguien tiene sustancia o no; en otras

  ocasiones,  es  demasiado  evidente.  Por  eso  siempre  me  ha  gustado  la  frase  de  Henry  Ford:  “No
  puedes formarte una reputación con lo que vas a hacer”. Creo que lo mismo aplica si tus relaciones o
  socios no son los adecuados. Robert me apoyaría en esto. Yo he tenido socios en potencia con muy
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