Page 147 - El toque de Midas
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un gran éxito. Me enfoqué en los antecedentes del público, no en los míos, y logré una armonía
tangible. La fórmula me gustó y la continué usando en compromisos subsecuentes, por lo que creo que
puede funcionar como una ayuda visual para todos aquellos que temen hablar en público.
El izamiento de la bandera
El Trump National Golf Club Los Ángeles, mi campo de golf en California, está exactamente frente al
Océano Pacífico. Cuando terminé de construirlo decidí izar una bandera de Estados Unidos en la
propiedad. Pensé que era el lugar perfecto para hacerlo, pero la gente de la localidad no estaba de
acuerdo porque le parecía que la bandera era demasiado grande. “¿Demasiado grande para qué?”,
fue mi respuesta. “¡La propiedad da hacia el Océano Pacífico!” Finalmente todo mundo me apoyó y,
ahora, la bandera ondea orgullosa en el lugar que elegí. Éste es un ejemplo de lo pequeño contra lo
grande, y viceversa, en un sentido muy clásico.
Hemos hablado mucho sobre lo grande y lo pequeño y, como recordarás, dije que los problemas
pueden verse como tropiezos ligeros (pequeños), o grandes catástrofes (grandes). Por una parte,
todos los detalles son relevantes, pero también es prudente considerar que las catástrofes incluyen
guerras, temblores, tsunamis y ataques terroristas. Debemos hacer este ejercicio para que nuestra
perspectiva se mantenga intacta. Nuestro coeficiente intelectual nos permite identificar las
dimensiones en cada caso.
Si de pronto notas que las ganancias se desploman, de ninguna manera debes pensar en un
detalle menor. Evidentemente, algo así es mucho más importante que negociar descuentos en lavabos.
Por supuesto, tampoco se trata de un tsunami. Es un problema que puedes y debes afrontar, pero lo
importante es que desarrolles la capacidad de definir prioridades.
Control de cruceros
En una ocasión tenía programada una breve presentación en un yate con gente que estaba de crucero
por Manhattan. Llegué por la tarde, hice algunos comentarios, y luego me reuní individualmente con
algunos pasajeros. De pronto me metí tanto en la conversación que, cuando volteé, descubrí que
habíamos dejado el muelle y viajábamos por el Río Hudson. Nadie me notificó la salida, y eso no me
agradó en absoluto… ¡porque no tenía planeado pasar tres horas dándole la vuelta a Manhattan! Sin
embargo, como no tenía muchas opciones, decidí relajarme y disfrutar las hermosas imágenes de la
ciudad, así como de los agradables pasajeros. Fue una tarde muy grata e inspiradora. Manhattan,
iluminada por la noche, es un espectáculo que vale mucho la pena ver desde el río. El detalle de no
abandonar el yate a tiempo, fue bastante grande, pero, aquella tarde, no me importó.
¡Hablando de detalles!
Otra habilidad muy importante es buscar terrenos, particularmente si eres desarrollador o
empresario. ¡Hablando de detalles! Recuerdo cuando obtuve la opción para comprar la propiedad
donde ahora se encuentra el Centro de Convenciones Jarvits de Nueva York. Formé parte importante
del desarrollo del Centro, y sabía que, con mi compañía, podríamos construirlo con 110 millones de
dólares. Sin embargo, terminó costándole a la ciudad entre 750 y mil millones de dólares.
Yo ofrecí hacerme cargo del proyecto sin costo alguno, pero rechazaron mi oferta, lo que
representó una pérdida enorme para la ciudad y sus visitantes en varios niveles. Para empezar, el