Page 150 - El toque de Midas
P. 150

que  Él  nos  brindo  talentos  a  todos  con  la  esperanza  de  que  los  hiciéramos  florecer”.  Mary  está
  hablando,  básicamente,  de  todos  nosotros.  De  cada  empresario  depende  mirar  hacia  dentro  de  sí
  mismo y preguntarse: “¿Cuál es mi don? ¿Qué puedo brindarle al mundo? El toque de Midas es sobre

  algo mucho más importante que sólo comenzar un negocio para hacer dinero o volverse rico.
        Contrariamente  a  la  creencia  popular,  los  ricos  no  son  codiciosos.  Para  volverse  ricos,  los
  empresarios deben ser generosos y compartir sus talentos con otros. Los empresarios con el toque de
  Midas  no  sólo  ofrecen  un  servicio  o  producto  a  sus  clientes,  también  comparten  el  regalo  de  la

  riqueza  y  la  prosperidad  con  la  gente  que  trabaja  en  sus  negocios.  Estos  empresarios  crean  la
  prosperidad y los empleos necesarios para una economía y un mundo estables.
        Las religiones enseñan principios como: “Da y recibirás”, pero mucha gente no es rica porque
  siempre quiere recibir más de lo que brinda. La mayoría está entrenada para preguntar: “¿Cuánto me

  vas a pagar? ¿Qué prestaciones tengo? ¿Cuánto más ganaré si trabajo horas extras? ¿Cuántos días me
  dan  de  vacaciones?  ¿Qué  cantidad  aportas  a  mi  plan  de  retiro?  ¿Qué  hay  de  las  ausencias  por
  enfermedad? ¿Y los días libres?”
        Los profesionistas del cuadrante A podrían decir: “Mi tarifa es de 150 dólares la hora, más

  viáticos. No trabajo los fines de semana, no hago llamadas a casas. Sumando todas las horas que he
  trabajado en este proyecto, creo que merezco más dinero. No te podré ver durante un mes porque voy
  a estar muy ocupado”. Esto sucede cuando la gente está entrenada para trabajar por dinero en lugar
  de  hacerlo  para  servir  a  millones  de  personas.  Hay  una  enorme  diferencia  entre  estas  dos

  perspectivas porque, en el primer caso, la gente se enfoca en recibir, y en el segundo, en dar.


  Las pequeñas cosas que debes hacer

  Antes de pensar en moverte a los cuadrantes D e I, hazte las siguientes preguntas:
              ¿Eres una persona generosa?
              ¿Tienes algo que brindarle al mundo?
              ¿Tienes la dedicación y el empuje necesarios para construir un negocio en los cuadrantes D

              e I?
              ¿Estás dispuesto a hacer que las vidas de otras personas sean más plenas?
  Si las respuestas fueron afirmativas, entonces ya encontraste el carácter necesario para convertirte en
  un gran empresario. Y en caso de que estés enfocado en el cuadrante D, a continuación te explicaré
  algunas “pequeñas obligaciones” que cumplir.



        Obligación #1: Ser un estudiante permanente de los negocios
        Muchos  negocios  pequeños  se  ven  en  aprietos  porque  el  empresario  no  está  realmente
        interesado en su compañía. Por lo general le llama más la atención su área de especialización.
        ¿Recuerdas al dueño del restaurante que se enfocaba en su oficio más que en el negocio? De eso

        precisamente hablo. Donald está interesado en sus proyectos de construcción, pero también en
        los negocios desde el punto de vista global. Sucede lo mismo con Robert.


        Muchos empresarios del cuadrante A, más que gente de negocios, son técnicos. Por ejemplo, los
        doctores son técnicos muy bien entrenados. Ellos pueden dedicarse a dar consultas privadas,

        pero su interés principal no es el negocio como tal, sino atender pacientes. Los doctores deben
        mantenerse actualizados leyendo publicaciones de medicina, no de negocios. Muchos doctores
   145   146   147   148   149   150   151   152   153   154   155