Page 59 - El toque de Midas
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Estados Unidos se enorgullece de ser una economía capitalista. El modelo le ha funcionado por
mucho tiempo a nuestro país y, en realidad, cuando tú mismo te enfocas en las habilidades de los
cuadrantes D e I, lo que estás haciendo es concentrarte en lo que se requiere para ser capitalista. Los
verdaderos capitalistas no trabajan para obtener dinero, más bien utilizan OPT y OPM (el dinero y
tiempo de otras personas) para generar más dinero. Al usar el tiempo y los recursos ajenos, las leyes
fiscales te brindan más beneficios, en tanto que, a los cuadrantes E y A, los siguen explotando en este
aspecto. Esto significa que, cuanto más trabajen los E y los A para ganar dinero, más impuestos van a
pagar. Por otra parte, cuando los D y los I utilizan el tiempo y el dinero de otras personas para
generar más dinero, reciben más beneficios fiscales. No se trata de ningún truco, es sólo la forma en
que nuestro gobierno estimula a la gente para que cree negocios y nuevos empleos.
Tal vez estés pensando ahora: “Espera un minuto, yo conozco a algunos empleados que ganan
muchísimo dinero. Mi vecino, el cirujano plástico, se revuelca en billetes”, y quizá tengas razón. Es
perfectamente posible que los E y los A ganen mucho dinero en sus respectivos cuadrantes pero,
como ya lo demostramos claramente, las cantidades fuertes de verdad, la magia económica, la
genuina alquimia del capitalismo, la crean los empresarios que se enfocan en desarrollar sus
habilidades en los cuadrantes D e I. Cuando piensas en los verdaderos hechiceros del capitalismo,
individuos como Steve Jobs, Bill Gates, Richard Branson, Sergey Brin y Mark Zuckerberg, verás que
todos ellos construyeron su fama y fortuna en los cuadrantes D e I. Crearon negocios de tamaño
descomunal en el cuadrante D, y luego, el cuadrante I los recompensó con una lluvia de dinero por
todo su esfuerzo.
¿Tienes un enfoque demasiado estrecho?
Entre más tiempo pasas en la escuela, más estrecho se hace tu enfoque porque comienzas a aprender
más acerca de una materia en particular y a especializarte. Ahora piensa lo siguiente: te gradúas de la
preparatoria, luego de la universidad y luego de algún posgrado. Con cada título que obtienes, te
vuelves más y más especializado. Si eres bueno en matemáticas, tal vez te enfoques en la
contabilidad. Si tus cualidades tienen que ver con la lectura y la escritura, tal vez termines en la
escuela de derecho y estudies para ser abogado; o tal vez vayas a una escuela de periodismo y
llegues a ser periodista o bloguero. Y si acaso eres un genio en ciencias, puedes elegir medicina, y
tendrás que estudiar y entrenarte aún más en una especialidad que, al final, al sumar el tiempo, te
habrá llevado unos diez años o más. Si lo que te interesa son los negocios, entonces lo más natural,
en el mundo de hoy es pensar que debes estudiar una maestría en administración, como mínimo, para
poder tener éxito.
Para cuando tienes tu diplomado, maestría o doctorado, ya entraste al grupo de gente que más
sabe en el mundo acerca de muy poco. Eres un especialista, es decir, lo contrario de un generalista.
Nosotros, como empresarios, vivimos y respiramos una vida diferente. Sabemos algo acerca de
muchos temas, y podemos operar exitosamente en muchos ámbitos. Tenemos la sabiduría del
generalista en vez del profundo conocimiento del especialista.
¿No puedes ver el panorama completo?
Estamos mencionando el concepto del generalista vs el especialista porque queremos señalar que,
cuando te especializas demasiado, resulta muy difícil ver el panorama completo de un negocio.
Cuando las personas toman su conocimiento especializado y lo combinan con lo aprendido en la