Page 54 - El toque de Midas
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pesar del precio porque de esa manera el campo se vería tan bello como podía y debía ser.
        Yo quería cascadas, una zona de prácticas, y granito triturado para las trampas de arena. Pete
  Dye, una de las leyendas en el diseño de campos de golf, hizo algo de su magia. Todo era de primera

  clase y costoso. Por lo general sucede así con los artículos que tienen una calidad superior pero, si
  no usáramos ese tipo de artículos, Trump no sería mi marca. El Trump National Golf Club es de una
  belleza asombrosa y se ha convertido en un éxito tremendo. ¿Por qué? Porque era la visión que yo
  tenía y porque me enfoqué durante todo el proceso.

        El hecho de tener una visión para algo, puede significar contar con una fuerza muy poderosa
  para lograrlo. Asegúrate de que tu visión se mantenga intacta. Verte a ti mismo como un campeón
  significa un primer paso muy importante, y, por lo tanto, es una sensación que debería acompañarte
  para siempre. Quienes perseveran y se arriesgan, son quienes tienen la oportunidad de desarrollar el

  toque de Midas. Y lo más importante: nunca te des por vencido. Tampoco te olvides de tomar en
  cuenta la curva estadística del aprendizaje. Trata de aprender algo nuevo cada día. Es lo que yo
  hago.



  Desglose: Enfoque




  La gran prueba para todo empresario consiste en averiguar lo siguiente: ¿Puedes perseguir un solo
  objetivo hasta tener éxito? Aun cuando la situación se torne muy difícil, a nosotros nos ha sucedido,
  ¿puedes mantenerte enfocado en lo correcto? Muchos empresarios débiles terminan diciendo: “Esto

  no funciona”, y luego se enfocan en algo más. Es porque no tienen el toque de Midas.
        Los líderes tienen visión y ésta es la capacidad para mirar hacia el futuro. Los empresarios son
  distintos porque necesitan algo más que visión: requieren de enfoque. Lo que estamos diciendo es
  que  los  empresarios  deben  ser  capaces  de  ver  hacia  el  futuro  y,  además,  convertir  esa  visión  en
  realidad rentable. Ya te darás cuenta de que muchos empresarios, nueve de cada diez, fracasan a

  pesar de su gran visión. Fallan porque carecen del poder para convertir lo que ven en un negocio que
  genere  ingresos.  Fíjate  en  la  enorme  cantidad  de  compañías  dedicadas  hoy  a  producir  software
  gratuito para aplicaciones (las famosas apps). Son gente que puede ver el potencial que tienen sus

  productos, pero no sabe cómo hacer que esa visión se convierta en un negocio rentable. Algunos
  trabajarán con ahínco y llegarán a tener éxito, pero la mayoría, no.
        Las anécdotas que hemos relatado deberían forzar a todos los empresarios a preguntarse: ¿Qué
  tan desarrollada está mi habilidad para tener enfoque (o FOCUS, Persigue un solo objetivo hasta tener

  éxito)? Tómate unos minutos y contesta las preguntas de la siguiente prueba de autoevaluación:
              ¿Cuánto tiempo puedes continuar esforzándote si la situación se torna difícil?
              ¿Con cuánta facilidad te distraes?
              ¿Qué tan sencillo te resulta vender tus ideas a otros?
              ¿Puedes convencer a otras personas de que inviertan tiempo y dinero en una simple visión,
              en algo que no existe?

              Piensa en algunos proyectos desarrollados a partir de la nada.
              ¿Qué tan preparado estás para el mundo de los empresarios?
              ¿Puedes continuar trabajando aun cuando dudas de ti mismo?
  Sin enfoque es casi imposible tener éxito en algo, sin importar lo que sea. Piensa en el golf. ¿Cuántos
  excelentes  golfistas  aficionados  conoces  que  puedan  tirar,  de  vez  en  cuando,  encima  de  los  60  y
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